Hola! La entrada de hoy es un relato creado por Jane Reyals. Vas a ver multitud de relatos relacionados con el cuento por los blogs que participamos en este estupendo especial, no te pierdas ni uno!! Y recuerda, en los formularios de los sorteos tienes más puntos si comentas las entradas y copias el link ;)
Aquí tienes Pétalos de vida
Ya
llega el invierno y los pájaros se refugian en los nidos dando calor a sus
polluelos. También yo añoro los brazos de mi padre, pero ya no están. Fue mi
elección, soy consciente de ello, pero nunca pensé que doliera tanto, tanto
como las zarpas de mi bestia desgarrándome el alma pedazo a pedazo.
Duerme,
encerrando su rostro en la curvatura de mi cuello, cosquilleando mi piel con el
vaho que exhala. Me muerdo el labio y alargo la mano para acariciar el vello de
su cuello. Gruñe de placer en sueños, pero no despierta. Contengo el aliento y
enredo mis dedos en la cadena que rodea su cuello y tiro con fuerza.
-
Bella, ¿eres tú?
-
Sí, pero duerme mi amor, lo necesitas.
No
necesito decir más. Sus ojos se cierran a la par que sus brazos se aferran más
a mi cuerpo. Dejo que Morfeo lo consuma hasta la más profunda de las
perdiciones y me deshago de su amarre. No soporto sentir el roce de su piel
sobre la mía. Es repulsivo, es enfermizo. Miro la cadena que se enreda en mi
mano, como raíces de rosales, y sonrío. Muy apropiado…
Camino
hacia la puerta, evitando el tintineo de la llave al balancearse en la impoluta
cadena de la que cuelga, y tras salir cierro en silencio. Es mi única
oportunidad de poder cobijarme en esos brazos que tanto necesito, esos que la
codicia me arrebató.
El
chirriar de la madera al ser acariciada por mis desnudos pies me pone en
alerta. No quiero despertar al personal, no deseo ser descubierta, pero el
destino es traicionero y el capataz aparece con un candelabro en mano y una
mirada perspicaz.
-
¿Ocurre algo señorita?
-
No, señor Lumiere. Usted no se preocupe y vuelva a la cama. No puedo dormir y
daré una vuelta por el lugar.
-
Como desee. Si no me necesita volveré con Fi..Fiona a la cama.
-
Que así sea.
Como
si de una sombra se tratara, el capataz desaparece dejándome acompañada
únicamente por el silencio. Me acerco a la puerta prohibida, esa que con tanto
ahínco me prohíben entrar, pero sé lo que hay tras ella y haré lo que sea para
traspasar las barreras que me separan de mi objetivo.
Introduzco
la llave en la cerradura y giro el pomo con sigilo. No deseo ser descubierta,
más ahora que estoy tan cerca de lograr lo que tanto tiempo llevo esperando
conseguir. Penetro en la oscuridad para descubrir un camino hecho con pétalos
de rosas. Sonrío con pesar y me encargo de ir recogiendo los pétalos mientras
sigo la ruta que me impone la flor que representa a aquel que tiene su destino
atado al mío.
Los
pasillos laberínticos son infinitos y con cada campanada, un pétalo me saluda,
dándome a entender que el tiempo apremia y que no volveré a tener esta
oportunidad.
Ya
tengo once pétalos cuando llego al final del camino, uno más para lograr mi
objetivo. Casi puedo paladear la victoria cuando el sonido de un Din Don
procedente del reloj de mano del carcelero me informan de que son las doce.
Sobre el reloj el último pétalo de rosa, el último paso antes de lograr mi sino
y poder hallar lo que con tanto ahínco persigo.
Lo
oigo tragar saliva dormido, masticar el aire como si buscara nutrirse con algún
inexistente alimento. Mi cuerpo se tensa y paso con sumo silencio por su lado
mientras el rollizo hombre hace resbalar un hilo de saliva por su mejilla.
Cada
vez más cerca, casi puedo tocar la sensación de paz y de felicidad. Solo queda
un paso más.
Mi
mirada se desvía hacia la puerta de madera y la acaricio despacio, astillándome
las entrañas mientras cierro los ojos, agudizando el oído para escuchar la
respiración del que hace que mi corazón bombee con fuerza. Me arrodillo y
coloco los pétalos en el suelo antes de soplar, colándolos bajo la rendija de
la puerta, acercándolos a su dueño.
Me
acerco al carcelero y, tras robar su manojo de llaves, abro lentamente la
puerta que me separa del morador de mi alma. Todo está sumido en una oscuridad
infernal, unida a un silencio sepulcral que lo envuelve todo. Cierro tras
entrar en busca de una privacidad que solo interrumpe el frío glacial en una
noche de invierno. Una sombra se cierne a mi espalda, puedo sentir la calidez
que desprende mientras su cuerpo me encierra contra la fría madera. Sonrío al
sentir sus labios recorriendo mi cuello despacio, acariciando con su aliento
cada poro de mi piel, tocando mi alma con cada uno de sus roces.
Sus
manos marcan mi piel a fuego, resiguiendo la curva de mi espalda hasta llegar a
mis hombros y bajar por mi brazo y descansar su mano sobre la mía, depositando
ahí los pétalos de rosa.
-
Y así fue como la princesa liberó a la bestia – pronuncia sobre mi oído con su
ronca voz.
-
Qué princesa más inconsciente – contesto en un susurro.
-
¿Dónde está él?
-
Gastón duerme plácidamente en nuestra cama.
-
No volverá a haber un vuestra. Tú eres mía, siempre lo has sido.
-
No quiero volver a fingir para no separarme de ti.
-
No deberás a hacerlo más. Huyamos.
Me
gira sobre sus brazos y pega sus labios sobre los míos, suaves y carnosos,
esponjosos y dulces. Míos. La que antaño había sido mi bestia salvaje, la que
buscaba poseerme en cada esquina y atraparme cual ratón enjaulado, era ahora un
romántico empedernido, deseoso de compartir su vida, ahora humana, al lado de
alguien que lo hiciera feliz.
-
¿Dónde quieres que te lleve? – me pregunta.
-
Llévame al fin del mundo.
-
Voy a llevarte allí.
-
¿Estás seguro? Yo creo que vas a ir al infierno – se abre la puerta y el hombre
con el que minutos antes compartía lecho dispara una bala directa al corazón de
mi bestia. Solo puedo girarme un segundo para que mi retina grabe para siempre,
en un destello fugaz, al hombre por el que, pese a la muerte, seguirá latiendo
mi corazón. Me coloco entre él y la bala para que él viva por los dos todo el
amor que nos sentimos, y cierro los ojos con una sonrisa en los labios sabedora
de que yo sí logré alcanzar lo que muchos no pueden: la felicidad al encontrar
al amor verdadero.
-
Bella, despierta, otra vez te has quedado dormida leyendo esas novelas
empalagosas – oigo la voz de mi padre en la lejanía.
Abro
los ojos y me encuentro tumbada en la cama con un libro bajo el rostro, libro
que me ha dejado marca en la piel, pero también en el corazón.
-
Ya voy papá – digo quejándome.
Al
querer retirar el libro noto mi puño cerrado y mi sorpresa es máxima cuando al
abrirlo descubro los doce pétalos de rosa que me han dado vida y esperanza.
Cada uno de ellos lleva grabado un mensaje, el cual ordeno con detenimiento.
Te esperaré siempre en los sueños,
mi Bella. Por siempre, tu Bestia.
Pásate por el Facebook y el Twitter de la autora y cotillea sus historias!
¿Qué te ha parecido? A mí me ha encantado!! Gracias a la autora por crear esta escena tan tierna :)
Estoy disfrutando muchísimo de todos estos relatos!!!
ResponderEliminarMil besos cariño
EliminarJane reyals
Ohhhhh justo hoy voy a ver lq película con mi sobrina 😊
ResponderEliminarEs muy bonita. Espero que la hayas disfrutado. Mil besos cielo
EliminarMuy muy bonito me ha gustado mucho. A ver que tal los demás 😋
ResponderEliminarMuchas gracias Patri. ¡Te mando un beso enorme!
EliminarJane Reyals
Precioso relato!!! Voy a cotillear a ver si los demás me gustan tanto como éste!!! ☺️☺️☺️
ResponderEliminarGracias cariñete. Muchos besos.
EliminarJane Reyals
Hola, no conocia esta iniciativa y este relato es precioso.
ResponderEliminarUn beso
Mil gracias cariño. Te mando muchos besos.
EliminarJane Reyals
Mil gracias por la oportunidad de formar parte de este maravilloso proyecto y me alegra inmensamente que podáis disfrutar de mi mundo particular de Bella y Bestia. La belleza esta en el interior de aquellos que saben leer con el corazón. Os mando mil besos.
ResponderEliminarJane Reyals
ResponderEliminar¡Hola!
Me ha gustado muchísimo este pequeño fragmento escrito por Jane Reyals, se me ha erizado la piel y me ha emocionado al leer algo tan sumamente perfecto. Adoro La Bella y La Bestia pero este relato me ha permitido descubrir nuevas formas de contar la historia. Voy a pasarme por los demás porque me he quedado con ganas de más.
¡Besos!😘
Muchisimas gracias Alicia, me alegra que hayas sentido la historia recorrer tu piel. Tus palabras han sido muy hermosas y me ha emocionado saber que el relato ha cumplido lo que pretendía, llegar al corazón. Te mando mil besos cielo.
EliminarJane Reyals
Que bonito, me ha encantado <3
ResponderEliminar¡Un beso! :***
Muchísimas gracias Noemi. Eres un cielo. Te mando muchos besos.
EliminarJane Reyals.
Precioso! :D
ResponderEliminarMil gracias cariñete. Te mando muchos besos.
EliminarJane Reyals
hola!!!!
ResponderEliminarAy por favorrrrr!!!!!!!!!!!!! Me encanta!!! Ese final…sueño…o no….con los personajes de este mítico cuento(el principio del diálogo me hizo recordar a Crepúsculo)…pero quien era con la q estaba amarrada….con Gastón…¡¡¡argh!!! Jejejejeje
Me encanta, me encanta!!!
No sabía que tu y varios blogs tenéis unos especiales días dedicados a este romance…
Voy a investigar….
Bssss
Muchas gracias cariño. Sí, es que el cuento no siempre es tan hermoso como lo pintan y cuando la pluma se une a la imaginación pueden crearse mil mundos. Me alegra que te gustara cielito. Te mando un beso enorme.
EliminarJane Reyals
¡Hola, guapa!
ResponderEliminarLa verdad es que es muy bonito el relato, un poco desconcertante al principio, he de admitirlo jaja
Estos autores/as están creando magia con los relatos. Me encantan <3
Un besote ;)
Muchísimas gracias Toñi. Te mando muchos besos.
EliminarJane Reyals
Me ha encantado.
ResponderEliminarmil gracias cariño. Te mando mil besazos.
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