Amapolas en octubre, Laura Riñón Sirera

Título: Amapolas en octubre
Autora: Laura Riñón Sirera
Género: Narrativa
Editorial: Espasa
Sinopsis:
Entre una habitación de hospital y una librería de ensueño, llamada JO, discurre la vida de una mujer, Carolina, que, a punto de alcanzar la cuarentena, se encuentra en una auténtica encrucijada: sus padres, alrededor de los cuales gravita su vida entera, han sufrido un terrible accidente. Su padre ha fallecido y su madre, consciente pero sin habla, se recupera en una clínica.
A partir de los encuentros con la convaleciente, Carolina irá desgranando, a través de diversas historias, la peculiar crónica de su existencia y la de los suyos, componiendo un mosaico con la memoria de una familia que, teniéndolo todo para ser feliz, no ha sabido evitar ser desdichada.

Es curioso cómo algunos libros te llaman desde el momento en que los ves y si decides hacer caso de esa llamada sabes que van a ser muy especiales. Es curioso también que este "hecho casi mágico" que nos pasa a muchos sea una de las claves de este libro, ese momento indicado en que sientes que tienes que leer una historia y que te dirá mucho más que si la lees en otro momento; casualidades que no son tales, y que van conformando toda una vida para mostrarse en el momento indicado.

Todo esto le pasa a Carolina, su vida entera ha sido un entramado de historias escritas e historias vividas que la han llevado hasta donde está y por todo ello y todo lo que vive tras el accidente de sus padres, llega su momento de avanzar.

Los libros que hablan de libros son una delicia, y aquí hay mucho de eso. Desde siempre, los padres de Carolina y su hermano Guillermo han vivido inmersos entre libros y les han transmitido esa pasión. Esta pareja es muy peculiar, y se quisieron tanto, tantísimo, que a veces Carolina tenía la sensación de que ellos estaban como apartados. Ojo, tanto Guillermo como Carolina son conscientes de cuánto los querían, pero el amor que tenían el uno por el otro estaba en otro plano. 

Hay un detalle de Bárbara que me ha encantado: desde que los niños eran pequeños escribía en los azulejos de la cocina citas de libros o escritores a modo de enseñanza. Decenas de frases adornaban la pared para que Carolina y Guillermo pudieran volver a ellas cuando fuera necesario.

Conoces a Carolina en uno de los peores momentos de su vida, pues tras el accidente en el que murió el padre, la madre está bien físicamente pero no habla; está en una clínica y todas las mañanas va a visitarla. Está desesperada por hacerla volver y es enconces cuando comienza a leerle los libros que han sido importantes en cada etapa de su vida y a contarle a través de esas páginas el porqué.

Capítulo aparte merece la librería-cafería JO. Es una delicia, en serio, quiero una así al lado de mi casa! Cada detalle está cuidado y uno de los personajes secundarios, la camarera Lana, tiene una historia conmovedora que conoces casi al final cuando tienes todos los sentimientos tan a flor de piel que no puedes evitar soltar una lagrimilla. Pero no solo este personaje se entrecruza en la vida de Carolina por esas "casualidades de la vida", uno de los doctores de la clínica será otra pieza que encajar en todo este mosaico que es la familia Smith.

Me ha encantado la estructura que sigue el libro y la prosa tan cuidada que tiene la autora; ves cómo hace un repaso de lo que ha sido la vida de la protagonista, qué secretos guarda que afectan íntimamente a su hermano, qué miedos y desengaños ha tenido, amores frustrados y decisiones que tomará para enfrentarse al futuro. Esa "terapia de libros" le sirve a Carolina, más que para hacer regresar a su madre, para traerla de vuelta a ella misma y comenzar a vivir sin lastres del pasado y con energías renovadas.

Poco más puedo decir, un libro que me ha emocionado mucho y que no me ha decepcionado para nada. Uno de los especiales. No lo dejes escapar!

¿También te gustan los libros que hablan de libros? ¿Qué libro te ha llamado desde la estantería para que lo leyeras al momento? Cuéntame!