Ayer
mismo salió a la venta la novedad de la Editorial Phoebe, El sonido de tu mirada. He tenido la gran suerte de haberla leído ya y te puede decir
que es un New Adult que engancha y mucho!
En
cuento le pedí a Inma una presentación en el formato que ella quisiera
no lo dudó un momento y aquí está el resultado, os dejo con ella...
"Hola, soy Inma Cerezo, estoy muy contenta
de poder contarte algo sobre mi nuevo proyecto que acaba de ver la luz.
¿Sabes cuando ves una película que has
comprado en DVD y te regalan unos minutos extras de escenas eliminadas? Aquí
tienes un Megamix de una de ellas, de mi
novela El sonido de tu mirada. Disfrútala y
conoce un poco más de cerca a Leah y Nathan.
Miré a Nathan, que estaba repantingado en
el sillón con el mando en la mano y su sonrisa vencedora.
—Leah, no
pienso ver ese peñazo. Me he tragado muchos bodrios por tu culpa.
—¡Ja! Pues
antes no decías eso…
—Ya sabes…
lo que un tío es capaz de hacer por…
—No lo
digas si no quieres probar estos cinco.
Rió cuando
mostré mi puño, como tantas veces en el pasado. Para nosotros aquella broma
significaba mucho.
—¿Te
acuerdas de nuestra primera maratón de series?
Estaba muy
nerviosa, intentaba que no me temblara el pulso mientras sacaba las palomitas
dulces del microondas. En el salón esperaban, Nathan y mis hermanos para comenzar
una maratón de series.
La imagen
del roquero entre Thomas y Max, en el minúsculo sofá, era tragicómica. Pobre
tío, dudaba mucho que hubiese pasado antes por situaciones tan surrealistas.
Thomas, mi hermano mediano, se dispuso a buscar
la serie Supernatural en el canal de prepago que costeábamos los tres como algo
vital y necesario; por suerte éramos igual de frikis en ese sentido, así que habíamos acordado proceder a abonarlo en
tres partes iguales de forma religiosa.
No me atreví a
cruzar palabra con Nathan, que había intentado entablar conversación conmigo en
varias ocasiones.
Thomas se
despidió cuando acabó el cuarto capítulo y nos pidió que continuásemos. Tenía que marcharse a entrenar
con su equipo de baloncesto. Al parecer, él ya había visto las dos primeras
temporadas. El muy traidor no me había esperado.
Mi vejiga estaba
comenzando a dar muestras de su potencial y me moría por ir al lavabo, pero
tanto Max como Nathan, no pestañeaban. No eran los mejores compañeros para ver
series, a Thomas y a mí, nos encantaba comentar los diálogos o las escenas. Por
lo que al marcharse mi mano derecha me quedé sola ante dos sosos seriéfilos.
Por suerte sonó
el móvil de Max y puso la serie en modo pausa, hecho que aproveché para salir
corriendo hacia el baño. Cuando volví al salón vi como mi hermano cogía su chaqueta y cartera.
—Me han llamado
del club. Al parecer hay una despedida de soltero improvisada y van cortos de
personal. Voy a echarles una mano y a sacarme un dinero extra, siento tener que
dejaros. Podéis seguir con la serie, yo ya me pondré al día en otro momento.
Se marchó y nos dejó solos a Nathan y a mí, en
una incómoda situación.
Vimos dos capítulos más, y Nathan comentó el hecho de que los hermanos Winchester
fuesen originarios de la ciudad donde estábamos estudiando. Yo añadí la coletilla de que tanto Sam como
Dean estaban buenísimos y ahí comenzamos una especie de discusión con pullas
hasta que emprendimos una guerra de cojines. Acabó conmigo en el suelo
desternillada de risa y él sobre mis caderas, aguantándome los brazos para que
dejara de golpearle con los almohadones.
—Bueno, ¿me
perdonas ya por algo que todavía no sé qué he hecho mal?
—Nathan, no eres
irresistible ni el mundo gira a tu alrededor.
—Entonces, no
tendrás inconveniente en contarme por qué tu respiración va tan acelerada y tus
mejillas se sonrojan si te hago esto…
Se acercó a mi
rostro y nuestros alientos se entremezclaron. Abrí un poco más los labios
sorprendida cuando noté su creciente erección al estrecharme más fuerte. La
postura resultaba de lo más erótica y yo estaba
a punto de derretirme de un momento a otro.
Era incapaz de
articular palabra ante el influjo de sus ojos azules que me devoraban. Por lo
visto no era la única que estaba excitada en aquel momento y me sentí poderosa…
—No fue
así, Leah —interrumpió.
—Ah, ¿no?
Ilumíname. Tengo memoria fotográfica.
—Para lo
que te interesa… —sonrió—. Anda ven, que te voy a explicar cómo acabó esa
tarde.
—No seas
fantasma.
—Pequeña
Gale, faltan cadenas y sábanas…
Reí como
una idiota enamorada, porque así era cómo estaba, de este idiota que me había
robado el corazón.
Gracias a
Sara por prestarles este espacio a mis chicos. Nathan y Leah están deseando que
los conozcas. ¿Te vienes?
Inma"
No
lo dudes y viaja hasta Kansas de la mano de estos dos personajes
principlaes y sus secundarios, de lujo. Mañana podrás leer mi reseña.
Cuéntame qué te ha parecido esta pedazo de escena y te espero mañana ;)
Parece una lectura que podría disfrutar, de momento tengo el género en pausa, me estoy tomando un pequeño descanso para retomarlo con ganas, ya nos contarás más mañana.
ResponderEliminarBesos =)
Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado poder disfrutar de otra escena más aunque todavía no haya leído el libro.
Un abrazo!