Luces en el mar, Miquel Reina

Título: Luces en el mar
Auto: Miquel Reina
Género: Narrativa
Editorial: Espasa
Sinopsis:
«Fue un rayo el desencadenante de todo…». Así empieza Luces en el mar, una emocionante novela que cuenta la historia de Harold y Mary Rose Grapes, un matrimonio que, tras la trágica muerte de su hijo, dejó a un lado sus sueños de juventud y se resignó a vivir en una isla remota, alejados de todo.
Ahora, el destino les vuelve a poner a prueba y se ven forzados a abandonar su hogar de una manera que nunca habrían imaginado. Justo la noche antes de ser desahuciados, por un problema de delimitación de costas, mientras Harold y Rose duermen, se desata una fuerte tormenta y un rayo hace que la casa se desprenda del acantilado y caiga al mar con ellos dentro.
De la forma más inesperada, los Grapes se convierten en dos náufragos a la deriva sobre una casa flotante. Comienza así un extraordinario viaje en el que deberán luchar juntos frente a las adversidades si quieren sobrevivir. Olvidarse de los fantasmas y frustraciones del pasado es imprescindible.

Este libro tiene algo que te atrapa y no te suelta hasta el final. La historia de los señores Grapes es a la vez tierna y entreñable pero con un capítulo tan doloroso que planea sobre ellos aún años después y que les ha condicionado toda la vida. Ahora, a las puertas de empezar una nueva etapa se verán viviendo la aventura de sus vidas.

El libro comienza la noche antes de que Harold y Mary Rose tengan que abandonar la que ha sido su casa durante toda su vida porque está construida al borde de un acantilado y tras un estudio se considera peligroso vivir ahí. La atmósfera es de desolación, todas sus pertenencias están empaquetadas, ya no volverán a su hogar y vivirán sus últimos años en una residencia.

La vida de este matrimonio no siempre tuvo este halo como de melancolía. Hay pequeñas partes donde les ves de jóvenes, ella trabajando en una floristería y él trabajando en el astillero y siendo un auténtico manitas y con su pequeño que te hacen sonreír y sentir la felicidad que sentían. Sin embargo, lo inimaginable ocurrió y todos los planes y sueños que tenían para cumplir en familia se acabaron tras la pérdida de Dylan. Este episodio es muy difícil y vas a ver cómo lo afrontaron en su momento, cómo les afectó y cómo a día de hoy continúan arrastrando las consecuencias de lo que pasó.

"(...) Hacía años que no se besaban con esa intensidad. 
Ni los copos de nieve que entraban por la puerta, no el agua que calaba sus zapatos, ni siquiera la sangre que manaba de sus cuerpos importaba. Poco a poco separaron sus labios y , sonrientes, se miraron el uno al otro como si aún tuvieran toda la vida por escribir."

Así pues, los señores Grapes se van a dormir y se desata una tormenta impresionante, con rayos, lluvia y lo que hasta hacía muy poco no pensaban que pudiera ocurrir, que su casa fuera un peligro, se convierte en realidad, pues a la mañana siguiente se ven dentro de su propia casa pero en medio del mar!

A partir de aquí puedes imaginarte el viaje épico que emprenden enfrentándose a todo tipo de retos y desafíos que pondrán a prueba su ingenio, su aguante, la fe de cada uno en el otro y su voluntad de sobrevivir. Desde buscar alimento, afrontar el frío, las tormentas y toda clase de inclemencias que se encuentran en el océano. Toda esta parte, más o menos la mitad de libro es trepidante, con peligros constantes, no puedes parar de leer hasta que ves que están a salvo, pero es que no ves por dónde puede estar ese camino que les lleve a la seguridad y de verdad, sufres. 

En la segunda mitad hay un cambio de ritmo que no esperaba para nada pero que me ha maravillado. No te voy a contar mucho más pero te diré que es aquí donde Harold y Mary Rose se dan cuenta de qué es lo verdaderamente importante, cómo siguen sintiendo la pérdida de su hijo como algo sin resolver y cómo deciden vivir sus últimos años como siempre quisieron.

Como te he dicho al principio, este libro me ha maravillado por el mensaje que transmite de vivir tu sueño aunque por el camino tengas reveses y de quedarte con lo imprescindible que a menudo no es nada material. Voy a recordar con muchísimo cariño a los señores Grapes y sobre todo el final, te encoge el corazón de una manera muy tierna. Esta historia merece la pena.