El día que se perdió el amor, Javier Castillo

Título: El día que se perdió el amor
Autor: Javier Castillo 
Género: Thriller
Editorial: Suma
Sinopsis:
A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI de Nueva York con varias notas amarillentas en la mano. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará descubrir qué oculta la joven y su conexión con otro caso, el de una mujer que aparece decapitada horas más tarde y cuyo nombre coincide con el que estaba escrito en una de las notas. A medida que avance en la investigación se dará cuenta de que este caso abre antiguas heridas difíciles de cicatrizar.

Después de El día que se perdió la cordura, una historia que me pareció trepidante y con un final que te deja con la boca abierta y con ganas de la continuación, le llega el turno a esta segunda parte donde se resuelven las incógnitas abiertas en el primera y se desarrolla mucho más esa parte de las visiones y los nombres.

Si aún no has leído el primer libro quizá quieras parar de leer aquí porque al ser continuación habrá algún spoiler pequeñito, lo siento, es casi inevitable!

Para empezar, el inicio del libro es igual de impactante que el primero; en este caso es un chica, desnuda, quien cruza la calle sosteniendo unos papales con nombres y fechas y llega hasta las puertas de las oficinas del FBI de Nueva York. Una vez ahí la conducen a una sala donde normalmente no se realizan interrogatorios y es el inspector Bowring el encargado del caso. Habrá de nuevo desapariciones de mujeres, tanto en el presente como casos antiguos y ese será el hilo conductor del cuál tirar e ir encajando todas las piezas

Por otra parte están Jacob y Amanda tratando se superar todos los hechos acontecidos meses antes, recomponiéndose y emprendiendo una vida juntos tras tantos años de búsqueda y de lucha.

La acción y tensión van a estar desde el primer momento, tanto por la joven que no quiere hablar y cuando lo hace es de forma enigmática y con la alteración de la pacífica vida que intentaban llevar Jacob y Amanda, pues lo que nunca imaginaron que volviera a pasar, sucede, vuelven a entrar en su vida aquellos que la secuestraron.

El gran enigma del primer libro fue todo lo relacionado con los sueños y los nombres de las mujeres que tenían que morir en una fecha determinada para evitar un mal mayor; pues bien, aquí esa línea se va a explorar mostrando parte de los inicios, cómo ha ido evolucionando todo y cuáles son los planes en el presente, en los cuáles Amanda sigue estando muy presente. Aparece un nuevo escenario, una especie de convento donde se encuentran las personas encargadas de velar porque la persona que tiene los sueños siga teniéndolos y que no se pierda este orden que han creado.

Todos los personajes van a cruzarse en algún momento, todo va a hilarse, desde el inspector de FBI y el caso no resuelto que es su espinita clavada, hasta las decisiones que tendrá que tomar Jacob con respecto a su vida y Amanda en cierta manera reviviendo todo de nuevo, hasta el padre de ésta y de nuevo una encrucijada que se le presenta para salvar a su niña.

Todo se complica en cierta manera por la atención mediática, porque son rostros conocidos y porque "los malos" están algo desesperados por corregir todo para que vuelva a reinar su propio orden. Me ha gustado esta continuación porque cierra muchas cosas, aunque sí creo que hay que dejar un poco de tiempo entre ambos libros porque la estructura se parece bastante. Es verdad que el primero fue impactante por lo novedoso y aquí ese efecto sorpresa ya no está, pero se suple al conocer ya a los personajes, al haberlos acompañado en el libro anterior y ver cómo se desenvuelven en éste, es muy bueno.

Si quieres un thriller diferente, con ese toque esotérico de los sueños, con tramas que se entrecruzan y confluyen hacia grandes finales, ésta es tu historia. Léelos en orden y disfruta de este trepidante viaje a través de los años, las decisiones y sus consecuencias de cada uno de los personajes.