El honor de Preston, Mia Sheridan

Título: El honor de Preston
Autora: Mia Sheridan
Género: New Adult
Editorial: Phoebe
Sinopsis:
Annalia se ha criado en la granja de los Sawyer, y ha crecido junto a los hijos gemelos de los dueños: a Cole le dio su primer beso, pero con Preston le une algo más, algo mucho más intenso, y ella sabe que es amor puro.
Preston ama profundamente a Annalia desde siempre, pero su sentido del honor, por su familia, por su gemelo, le impide conquistarla… Hasta que no puede resistirse más, y durante una calurosa noche de verano en la que sus mundos —y sus cuerpos— impactan, se desencadena una serie de acontecimientos que alterarán sus vidas para siempre y que provocan que Annalia desaparezca.
Pero Annalia regresa a la granja pasado un tiempo para reclamar lo que tanto ansía su corazón, y se encontrará a un Preston que no sabe si puede perdonarla y que no quiere arriesgarse a volver a sufrir.
¿Impedirán el orgullo y la amargura que Preston se abra a lo único que ha anhelado siempre? ¿Podrá Annalia arreglar algo que está irremediablemente roto? ¿Se puede perdonar lo imperdonable?

Éste es el segundo título de Mia Sheridan en lo que va de año, después de La venganza de Ramsay, le llega el turno a Preston y es indudable que todas sus tramas enganchan. Ésta no ha sido menos pero he de confesar que algunas cosas me han desconcertado y otros temas me han parecido que estaban muy bien tratados y es postivo destacarlos.

Ésta es la historia de dos familias, vecinas, en un entorno más bien rural, cuyos hijos juegan y crecen juntos. ¿Ya tienes una imagen en la cabeza? Qué pasa si te digo que la familia de Annalia la componen ella y su madre, que ésta es inmigrante ilegal y que apenas tienen para comer y que Preston y Cole son gemelos, los hijos de los dueños de la granja que da trabajo a muchas personas y que la madre es un tanto clasista... La imagen cambia, ¿verdad?

El inicio del libro no puede ser más chocante: Lia regresa al pueblo tras haber estado fuera unos meses y lo primero que hace es ir a ver a Preston para pedirle algo que que no te esperas! Se nota la tensión y que las cosas no acabaron bien y desde esas primeras páginas ya ves que la situación es más complicada de lo que podría parecer en un principio.

A partir de ahí, alternándose Preston y Annalia, van a ir contando cómo han sido sus vidas el uno al lado del otro y, por supuesto, de Cole. Desde que eran uno críos y jugaban despreocupadamente, hasta los años de adolescencia, donde los sentimientos iban cambiando y la gestión de los mismos era complicada. En la actualidad no son mucho mayores, por lo que hay que tener en cuenta que se enfrentar a las que posiblemente sean las situaciones más complicadas de sus vidas alrededor de los 20 años.

Annalia, o Lia como la llaman, fue una niña dulce, buena, que veía en los hermanos Sawyer sus únicos amigos y que lo único que deseaba es que su madre la quisiera. Tuvo una infancia difícil, no solo por el tema económico, si no porque desde bien pequeña su madre no dejaba de recordarle cómo vino a este mundo. Su necesidad de agradar a todos, de pasar desapercibida, le ha llevado a la situación límite por la que tuvo que marcharse y dejar detrás muchas vidas en suspenso.

Por otro lado está Preston, el gemelo serio, responsable y honorable, quien sentía hacia Lia algo más que un amor fraternal. Muy sobreprotector con ella en cada paso del camino y que se encuentra de repente con que le es difícil refrenarse y ni siquiera la palabra que dio a su hermano es suficiente para obviar sus sentimientos. Todo lo contrario a Cole, mucho más desenfadado, siempre bromeando, sí tenían en común ese afán protector y una promesa entre ellos lleva a Preston a retirarse para dejar el camino libre a Cole (que bien podían haber pedido opinión a la otra parte implicada, ¿no?)

La vida en un pueblo pequeño es difícil en muchos sentidos porque todo el mundo se conoce y el criticar y juzgar está a la orden del día. Eso lo vive de cerca Lia, pero para Preston, tampoco es fácil, porque aunque su sueño siempre ha sido encargarse de la granja familiar, ser agricultor, más pronto de lo que pensaba tendrá que ponerse al frente de todo. Esas semanas en la vida de Preston se juntan muchas cosas complicadas de digerir y las decisiones que toma en ese momento van a hacer daño a la persona que dice querer por encima de todo.

En poco más de 300 páginas vives muchas emociones junto con los protagonistas, unas las entiendes más, otras menos, pero Mia Sheridan logra juntar todas las piezas del puzle para que todo vaya cobrando sentido y es al final cuando verdaderamente puedes juzgarlo todo. Lo que menos me ha gustado de la relación entre Preston y Lia es que, a pesar de que sus sentimientos son intensos, hay poco diálogo entre ellos, les falta hablar, desde siempre, y ese es uno de los problemas que tan terribles consecuencias trae consigo.

Hay un tema más social que trata en el libro y me parece muy adecuado y es la situación de los inmigrantes ilegales que llegan a Estados Unidos para trabajar y todo el trauma que supone verte alejado de tu casa, tu familia, sentir que no perteneces y que la situación en la que te encuentras es de todo menos idílica. Los personajes que aparecen en la segunda mitad de la novela, los dueños del restaurante Abuelo´s encarnan ese sentimiento de comunidad tan americano y ponen de manifiesto lo importante que es ayudar y devolver a los demás cosas positivas, tanto materiales como emocionales.

Si bien esta historia no ha sido de mis preferidas de la autora sí te digo que siempre es un placer leer a Mia Sheridan. Trata temas complejos, da muchas vueltas a los sentimientos de cada personaje, pero en esta ocasión me ha faltado un poco más de comunciación entre los protagonistas. Descubre a Preston, Lia y la granja de Central Valley y une las piezas del este puzle para ver en qué posición del ránking Sheridan se queda Preston.