Título: Estamos hechos de polvo de estrellas (Cicatrices #1)
Autora: Saray García
Género: romántica contemporánea
Editorial: Autopublicado
Sinopsis:
En ocasiones, hasta la más dulce de las sonrisas esconde heridas que no han logrado sanar. Alex intenta construir una nueva vida dejando atrás un pasado al que le duele regresar. Mientras huye de una parte de él, elevando muros a su alrededor para protegerse de repetir viejos errores, se aferra a la otra como el salvavidas que fue por años. No tardará en comprender que, a veces, la única razón por la que levantamos barreras es para esperar que alguien tenga el valor de derribarlas, de empujarnos a confiar, haciendo que los miedos y las inseguridades acaben cayendo con ellas. Pero cuando todo parece por fin encajar, los fantasmas que creía enterrados reaparecerán poniendo en peligro todo lo que siempre deseó y haciendo más reales que nunca cada una de sus cicatrices.
Autora: Saray García
Género: romántica contemporánea
Editorial: Autopublicado
Sinopsis:
En ocasiones, hasta la más dulce de las sonrisas esconde heridas que no han logrado sanar. Alex intenta construir una nueva vida dejando atrás un pasado al que le duele regresar. Mientras huye de una parte de él, elevando muros a su alrededor para protegerse de repetir viejos errores, se aferra a la otra como el salvavidas que fue por años. No tardará en comprender que, a veces, la única razón por la que levantamos barreras es para esperar que alguien tenga el valor de derribarlas, de empujarnos a confiar, haciendo que los miedos y las inseguridades acaben cayendo con ellas. Pero cuando todo parece por fin encajar, los fantasmas que creía enterrados reaparecerán poniendo en peligro todo lo que siempre deseó y haciendo más reales que nunca cada una de sus cicatrices.
Han pasado unas pocas horas desde que acabé esta historia y voy a escribir esta reseña con el corazón aún un poco encogido, con la sonrisita de todos esos momentos mágicos y dulces y con los ojos brillantes de la emocion por las últimas decenas de páginas. Este libro, que abre la serie Cicatrices, es uno de los más especiales del año por muchas razones que te voy a ir contando ahora mismo. Si se te había pasado la presentación que la autora hizo del libro, pásate por aquí La autora presenta
Quiero comenzar hablando de la estructura de la novela. Contada en primera persona por varios narradores, te acerca de una manera muy íntima a cada uno, conectas con ellos en cada momento y puedes ver su forma de ser, de pensar, de sentir y de decidir. Alex, la prota femenina, y Gael, la pieza clave que va a ser el nexo de unión con Enzo, el prota masculino, son quienes comienzan a narrar todo. Después se unirá éste último y a la vez que se va desarrollando todo, Alex irá recordando momentos de su infancia y juventud que han sido claves para ella, que le han marcado de un modo u otro, lo que te abre esa ventana al pasado que clarifica muchas cosas.
Alex es una veinteañera, que vive en Barcelona, es enfermera, acaba de comprarse su pequeño piso y tiene un gran compañero y amigo, Chema. La relación con sus padres nunca ha sido cercana y quien ha sido verdaderamente crucial en su vida ha sido su abuela y los veranos que pasaba con ella en el pueblo. Además, acaba de salir de una relación muy larga y se le ha caído la venda de los ojos de la peor manera posible. A pesar del bajón que ha tenido está decidida a salir adelante, a disfrutar de la vida y a ser feliz.
Es una persona muy buena, entregada a los demás, y cuando un día sale del hospital y se cruza con un chico que parece bastante perdido le sonríe, y será esa sonrisa la que marque un antes y un después para Gael, del que luego te hablaré un poco más.
Por otro lado está Enzo. Este personaje es absolutamente impresionante. Un tipo que cuida de los suyos hasta el infinito, que tiene su propio negocio de restauración de coches y motos, que ha tenido sus historias pasadas pero que ahora está centrado, sobre todo, en recuperar a su hermano, en que vuelva a ser el chico que era, ilusionado, con objetivos en la vida y apartarle de las malas compañías.
Por azares del destino, la vida de estos tres protagonistas van a estar mucho más entrelezadas de lo que hubieran imaginado y van conformando unas relaciones de amistad que suponen para todos ellos un momento de paz y motivación para avanzar hacia lo que quieren.
En un momento dado, tanto Enzo como Alex sienten que pasar tiempo como amigos no es suficiente, pero los miedos están ahí, y aunque tienen distintos orígenes, las consecuencias son las mismas, que no se deciden. Es muy bonito ver toda esa parte desde los dos puntos de vista, y por supuesto, cada detalle, cada gesto, lleno de significado y cómo avanzan en muchos aspectos.
Gael es uno de los secundarios de lujo. Me ha gustado mucho el momento en el que arranca todo con él. Puedes atisbar que ha estado teniendo unos meses horribles, pero en este libro ves su recuperación que no es para nada fácil. De hecho, los obstáculos que deben superar todos ellos debido a las deciciones que tomó Gael en su momento les van a pesar y mucho. El hecho que le marcó, y por el cual parece estar en un pozo, no se termina de dilucidar, por lo que supongo que es su libro sí se sabrá más.
Cooper, amigo de Enzo es otro personaje muy importante. Dueño de un bar y bastante mujeriego está ahí para su familia y aunque pueda parecer que siempre está de broma, cuando se le necesita no duda en hacer lo posible y lo imposible por ayudar.
La familia es un tema crucial en este libro; la familia de sangre, la de elección, la que vas conformando con el paso del tiempo. Tanto la abuela de Álex como el abuelo de Enzo son figuras que les han marcado, que les han dado unos valores sólidos con los que ahora se guían. También quiero hablar de las madres respectivas; de la de Enzo, es para conocerla, amor puro, tiene una escena tan emocionante y entrañable con Alex que es inevitable que se te salten las lágrimas, y por otro lado está la de Alex, una mujer que ha antepuesto durante mucho tiempo todo a su hija pero que en el momento justo, saca su garra.
Podría hacer esta reseña infinita porque este libro lo merece. Como he dicho al principio, la estructura es perfecta, la construcción de los personajes cuidada al milímetro, sus personalidades, miedos, decisiones, anhelos; el desarrollo de la historia de amor no es para nada instantáneo y el conflicto es sencillamente magistral, tanto el planteamiento como al resolución. Para finalizar, un epílogo que te deja con una sensación rara, de estar súper feliz y a la vez súper triste porque se acaba. Si aún no conoces a la autora, comienza por esta historia y enamórate, una historia emocionante y autoconclusiva que te robará un trocito de corazón. Yo, por mi parte, necesito más de Cicatrices. Imprescindible.