La luz que perdimos, Jill Santopolo

Título: La luz que perdimos
Autora: Jill Santopolo
Género: narrativa
Editorial: Suma
Sinopsis:
Lucy y Gabe se conocieron durante su último año en la universidad un día que les cambiaría para siempre. En ese momento decidieron que necesitaban hallar un sentido para su vida, aprovecharla, dejar huella. Jóvenes y enamorados, parecían tener el mundo a sus pies. No esperaban que fueran sus propios sueños los que los separaran. Pero Gabe aceptó ir a trabajar como fotógrafo de prensa a Oriente Próximo y Lucy decidió continuar su carrera en Nueva York.
Así comienzan trece años de anhelos, deseos, celos, traiciones y, sobre todo, amor. Separados por continentes, pero nunca lejos del corazón. ¿Era realmente su destino acabar juntos su viaje?

Quiero comenzar diciendo que la portada de este libro es absolutamente preciosa, cuidada al detalle, esos colores, con esa textura rugosa, ya te da una idea de lo especial que puede ser la historia que contiene y cuando acabas y has llorado todo lo que tienes que llorar, te das cuenta que es un libro que tendrá siempre un lugar de honor en tu biblioteca.

Me encantan las historias de amor épicas, con mucho drama, y si bien ésta, en ocasiones, puede parecer de lo más normal, tiene algo que la hace especial, un inicio tan potente que perdura en el tiempo y marca la vida de los protagonistas para siempre.

Lucy y Gabe se conocen en un día que para todo el mundo fue uno de los mayores shocks de los últimos años, el 11 de septiembre de 2001... Ellos están en su último año de universidad y nunca antes habían hablado, pero ese día se saludan y viven juntos esa jornada negra, llena de dolor y estupor, pero también se despiertan en ellos unos sentimientos, quizá aumentados por ese shock emocional, pero que permanecerán mucho tiempo después.

El caso es que no es una relación que se fragua desde ese momento, de hecho, pasa tiempo hasta que vuelven a verse, pero ambos han estado pensando en el otro y cuando se reencuentran sí que comienzan una relación en serio. Ella trabaja en una cadena de televisión, en la producción de programas infantiles donde se tratan temas sobre sentimientos y otras situaciones para ayudar y educar a los más pequeños y en el caso de él su trabajo no le satisface, el 11-S le marcó tan profundamente que quiere aportar su granito de arena y se apuntará a un curso de fotografía para intentar hacer del mundo un lugar mejor a través de sus fotos.

Como decía al principio, no sólo aquel día de septiembre unió sus vidas, sino que les marcó tan profundamente que el caso de Gabe supondrá la mayor motivación que impulse su vida, aceptando un trabajo como fotoperiodista en Oriente Próximo y Medio que le separará de Lucy y hará que sus vidas se bifurquen quizá para siempre.

A partir de aquí vas a poder ir siguiendo sus vidas, sobre todo la de Lucy, pues es ella quien cuenta la historia a un receptor que no conocemos y va desgranando, desde el inicio, pasando por la separación, el reencuentro, de nuevo la ruptura y cómo su vida sigue adelante en todos los sentidos. Pero el destino es lo que tiene, y Gabe no desaparecerá de su vida para siempre, si no que volverá a la misma en los momentos más oportunos. A pesar de eso Lucy conocerá a un hombre especial, que le da mucho de lo que Gabe no pudo darle, es diferente a veces en el buen sentido y en ocasiones sale perdiendo, pero es el hombre que está con ella en Nueva York, el hombre del día a día y el que se comprometa en un futuro común.

Esta novela me ha fascinado por cómo trata esa ambición e inquietud de crecimiento y realización personal a pesar de los propios sentimientos, cómo en ocasiones una persona se ve casi en la obligación de tomar un camino y recorrerlo, de formar una familia, ir cumpliendo hitos, y anteponiendo la familia a sus sentimeintos, pero pensando siempre en lo que dejó atrás y el qué hubiera sido de su vida si hubiera tomado otras decisiones. La vida de estos dos personajes adquiere su sentido a partir de un hecho externo que les marcó profundamente y las consecuencias a largo plazo de aquello resultan ser muy dolorosas. 

Un final absolutamente emocionante y en un punto esperanzador ponen el broche de oro a esta gran historia con una narración cuidada, fluida, llena de sentimiento, que te engancha y no te suelta hasta el final; con multitud de reflexiones de los propios protagonistas y los secundarios que también te hacen preguntarte qué habrías hecho tú en su lugar. Un libro imprescindible.