Sonia y el ladrón de besos, Eva D. Island

Título: Sonia y el ladrón de besos
Autora: Eva D. Island
Género: romántica contemporánea
Editorial: Titania
Sinopsis:
Sonia, treintañera sensible e idealista, confiesa en una cena entre amigas que busca novio, después de que su chico de toda la vida la dejara casi en el altar. Ellas, Estefi, Carlota, Paz y Marta y Dany, su vecino gay, le darán consejos para encontrar al Príncipe Azul. Dieta, gimnasio, cambio de look, pensamiento positivo, plan renove interior…
Serán implacables en la crítica y generosas en la ayuda. Todas quedarán retratadas en un juego de rivalidades, con la amistad por encima de todo. Muchas lectoras pueden verse reflejadas en este grupo de mujeres que se han bautizado como Las pipicañeras ¿En qué piensan? ¿Cuáles son sus sueños y sus miedos? Nos desvelarán sus intimidades y sus secretos, un trozo del universo femenino en clave de humor.
Después de una noche loca en la que la protagonista conoce a Tripiquilabing, un chico misterioso que caza besos de tres en tres y antiguo bróker, ya nada será igual. Se sucederán las aventuras y los desencuentros en una carrera frenética por atrapar un amor imposible.
Una investigación trepidante, una noche romántica en alta mar, un asunto personal sin resolver y un duelo final entre el deseo y el corazón, cuyo premio es el hombre perfecto ¿Quién ganará? ¿Conseguirá Sonia su objetivo? ¿Qué tendrá que hacer para lograrlo?

Hace justo una semana salía a la venta la última novedad de Titania, esta comedia muy loca, con una portada muy llamativa, que puede ser la lectura ideal para una tarde de piscina, playa o que te acompañe en las horas de aeropuerto este verano.

Me ha parecido una historia sencilla, en algún punto estrambótica y de las que tampoco tienes que ahondar mucho porque son eso, ficción, pero que te entretiene y te sirven para echarte unas risas.

La protagonista de esta historia, Sonia, tiene una vida de los más normal. Es bibliotecaria, vive en un buen barrio de Barcelona, comaprte piso con su perrito Tiger y gracias a él comparte confidencias con sus amigas, las Pipicañeras, mujeres muy diferentes, pero todas con perrito y gracias a los cuáles se conocieron.

Sonia no ha tenido nada de suerte en el amor. Su novio del instituo la ha dejado y ha tenido una gran revelación: quiere a alguien con quien ir en serio del todo, pero sus amigas le recomiendan que antes de comenzar a buscar al definitivo, se divierta un poco y se desahogue. De esta manera, siguiendo ese consejo, irá con una de ellas de marcha y conocerá a todo un personaje...

Toda la novela está contada en primera persona por Sonia, por lo que vas a ir viendo sus logros, sus penas, sus inseguridades y esa especie de locura que le entra cuando, olvidada ya aquella noche en la que conoció al chico en cuestión, cree verle de nuevo y comienza una carrera desenfrenada por dar con él. Aquí hay bastante de flechazo y mucho sentimiento idealizado que no veo yo muy real, pero que dentro de toda esta historia, no podría ser de otro modo.

Es cierto que la protagonista sufre una transformación, pero por ella misma. Decide introducir cierto cambios en su vida y eso le ayuda a aumentar su autoestima, que la tenía bajita. Todo lo que hace por averiguar quién es aquel hombre que conoció puede tomarse como algo muy de peli, con encuentros y desencuentros incluidos, o como algo que roza un poquito la paranoia y el acoso, pero de nuevo, dentro de la historia, es lo que tiene que ser.

Quiero hablarte un poco de sus amigas. Como he dicho antes son muy distintas: está Paz, cincuentona divorciada que quiere con desesperación cariños y meneos a partes iguales; Estefi, la argentina cañón, que parece ir a lo suyo, pero que en el fondo es una buena amiga; Carlota, la administrativa que encontrará el amor cuando menos lo buscaba y Marta, mujer de éxito con familia y que también tiene sus altibajos. A esta pandilla se les une Dany, el vecino gay e inglés de Sonia, que también dará su parte de consejos y Vicky, sobrina de Paz, la más joven y la que tiene todo más claro. Todo un elenco de personajes que aportan diferentes ángulos de visión a la vida de Sonia.

¿Y qué pasa con el prota masculino? Pues que desde el comienzo es un misterio, conoces poco de él, eso sí, muy divertido y con un punto canalla, pero la gracia de toda esta historia es ir descubriendo cosas de él gracias a los pasos que va dando Sonia. Lo que sí pasa es un giro muy interesante y que no esperaba, que dota a la historia de un poco de seriedad.

Me he leído el libro en cuestión de horas, no es muy extenso, y como digo, es divertido seguir la vida de la prota, asistir a las reuniones con sus amigas, sus charlas con Dany y todo lo que hace, recorriendo media Barcelona, en sus intentos de encontrar al desconocido que le ha robado el corazón.