El chico que nunca llamó, Rosie Walsh

Título: El chico que nunca llamó
Autora: Rosie Walsh
Género: narrativa
Editorial: Suma
Sinopsis:
Toda gran historia de amor esconde un secreto...
Sarah conoce a Eddie, se enamora perdidamente y pasan juntos siete días maravillosos. Ella está convencida de que lo que hay entre ambos es amor de verdad, nunca ha estado tan segura de algo. Así que cuando Eddie le dice que debe marcharse unos días y promete llamarla desde el aeropuerto, Sarah no duda de que lo hará.
Pero Eddie no llama ese día. No el siguiente. Ni el otro.
Los amigos le aconsejan que lo olvide como él ha hecho y que siga adelante. Sin embargo, está convencida de que ha tenido que pasarle algo que explique su desaparición.
Y cuando decide buscarlo, abre sin saberlo una puerta cerrada desde hace mucho tiempo.

Cuántisimo me ha enganchado esta historia y qué poco me esperaba el giro que hizo que me pegara aún más a sus páginas. Con el título y la sinopsis creía que todo iba a ir por un lado pero ha resultado ser algo complemamente distinto y que sin duda, recomiendo.

Sarah, la protagonista, será quien cuente en primera persona la historia, alternando cartas a no se sabe muy bien qué destinatario que te hacen que aún surja más la incertidumbre. Ella vive en California pero cada año pasa un mes en Inglaterra, vivistando a sus padres, y es entonces, cuando conocerá a Eddie. Se puede atisbar que la vida de Sarah ha sido complicada, según va avanzando el libro va dejando pinceladas de cómo era su infancia y sobre todo su adolescencia, junto con su amigo Tommy y su hermana, y por qué tomó la decisión de poner un océano de por medio entre ella y la que había sido hasta entonces su vida.

El momento que atraviesa Sarah no podría decirse que es infeliz pero tampoco feliz; se acaba de separar de su marido después de media vida juntos pero sigue sintiéndose motivada por su trabajo: la ONG que fundó junto con el ya ex, los ClownDoctors, personal con formación en el trato de pacientes pediátricos a través de la risa. La vuelta a Inglaterra siempre ha supuesto para ella un momento agridulce, porque no vuelve solo de vacaciones, si no a revivir el momento que marcó para ella un antes y un después.

El encontrarse con Eddie supone un hecho inesperado por el que se deja llevar, y es que la química está desde el primer momento, pasan el día juntos tras salvar a una oveja descarriada y ya no se separan en una semana! Él tiene que estar pendiente de su madre, que vive cerca, que sufre episodios depresivos, y los padres de ella están cuidando al abuelo, que ha tenido una desafortunada caída, así que ambos pasan cada minuto conociéndose y sintiendo que por fin han encontrado en el otro a aquel con el que compartir el resto de sus vidas.

Pero cuando llega el momento de separarse, con la promesa de estar en contacto y reencontrarse a la vuelta, es como si a Eddie se le tragara la tierra. Sientes la misma angustia que Sarah porque no tienes ni idea de lo que ha podido pasar, no contesta al teléfono, no se conecta a sus redes sociales, sus amigos tampoco saben nada de él y hasta se llega a plantear si no se estará volviendo un poco loca y se haya imaginado esos sentimientos tan fuertes que surgieron en esos días.

Eddie tiene su propio negocio de carpintería, sólo unos años mayor que Sarah, vive cerca de su madre porque desde hace muchos años alterna períodos depresivos peligrosos y ha establecido una relación de dependencia nada sana que está haciendo que Eddie no pueda vivir su vida plenamente, preocupado continuamente por su madre y no permitiéndose ser feliz. Conocer a Sarah supone para él una esperanza de vivir plenamente y poder dejar el pasado atrás, lo que no esperaba es que éste volviera con más fuerza que nunca y le hundiera.

Ya te puedes imaginar que no pude parar de leer hasta saber qué había pasado con Eddie y ahí es donde me sorprendió el giro que tomó la trama, a partir del cual se ponen sobre la mesa todas las cartas y cada uno de los personajes empieza a exponer su visión de toda esta historia, el último tercio del libro es absolutamente trepidante. No puedo contarte mucho más porque lo mejor que tiene esta historia es que no sepas mucho acerca de ella y vivas cada página con toda la intensidad posible.

Los amigos de Sarah, Tommy, amigo de la infancia, cuya familia la acogió en California cuando se mudó, y Jo, a quien conocieron años más tarde, son una parte importante en la vida de Sarah, constituyendo todos una pequeña familia.

Hay muchos sentimientos que se van desvelando a lo largo de las páginas, muchas perspectivas que salen a la luz y cómo lo que te podías haber imaginado en un primer momento salta por lo aires y te deja muy sorprendida. Muy recomendable para las tardes de vacaciones.