Título: El sur lo encontré en tus ojos
Autora: Cherry Chic
Género: romántica contemporánea
Editorial: Esencia
Sinopsis:
Lola lleva toda la vida soñando con encontrar a alguien que comparta sus
gustos por las maratones de series y películas desde el sofá. Alguien
que adore comprar chorradas por internet, ir a la playa, aprovechar
cualquier ocasión para comer y que se lleve bien con sus amigos y su
familia, que lo son todo para ella. Pero, cuando ese alguien aparece,
apenas cumple ninguno de los requisitos que Lola siempre ha deseado.
Y
si hablamos de él… Bueno, si le hubieran dicho que un día alguien como
Lola aparecería en su vida para quedarse, probablemente habría alzado
una ceja y se habría reído con sorna. En sus planes no se encontraba el
tener una relación, y mucho menos con alguien como ella. Sin embargo, el
amor no entiende de personalidades. Ni de preferencias. Ni de
requisitos. El amor, cuando es verdadero, solo entiende de risas que
reconfortan, de abrazos que llenan y de besos que curan heridas
profundas.
Ay, ay, ay, vaya historia tan divertida, tan bonita, tan sentida! Cherry lo vuelve a hacer y crea unos personajes que quieres tener como amigos, que te hacen pasar unas horas estupendas y algún momento más delicado pero que sobre todo se quedan contigo una vez cierras el libro, los imaginas y los vives más allá del punto final.
Hace unos días pudiste conocerlos, la propia autora hablaba de ellos y con ellos en la autora presenta, y ya se podía atisbar la personalidad de Lola y compañía. El desarrollo de la historia ha sido perfecto en tiempos y coherencia, y con unos valores de familia y amistad muy profundos y que la hace única.
Voy a empezar por Lola, esta chica tan auténtica, que tiene poco filtro, que es muy friki de las series de moda, las pelis malas, le encanta comer y las compras de productos de dudosa utilidad; esta chica que trabaja desde casa y que adora por encima de todo a su abuela, su hermano y dos mejores amigos. Me ha parecido un personaje tan entrañable que cada diálogo y situación a la que se enfrenta lo hace como es ella, sin cortarse pero sabiendo que si se pasa de atrevida puede salir dañada y por eso se protege de la mejor manera que sabe.
La escena inicial y donde le conoce a "él", el prota, es una de los momentos más divertidos del libro y muy bochornoso para ella pero a la vez muy original porque te aseguro que no has leído ni leerás un primer encuentro como el que tienen.
La vida de Lola, pues, es todo lo apacible que cabría esperar: comparte piso con su hermano Edu y con sus amigos, Manu y Dani, es diseñadora gráfica y le va muy bien; los fines de semana van a la casa de la abuela, en la costa, a divertirse y disfrutar de su abu. Pero cuando Dani lleva a casa a su nuevo compañero de trabajo, con el que se lleva genial y parece un buen tío, todo se le complica a Lola.
Él, enigmático porque aún no sabes el nombre y creo que voy a seguir manteniéndolo así, más intriga. Es un arquitecto, un tipo serio, que vuelve a su tierra natal tras haber pasado unos años fuera pero regresa muy diferente a como se fue. Lo vivido en Estados Unidos a nivel personal ha dejado una huella en él que le pesa hoy día y es algo que no descubres hasta bien entrada la novela y que te mantiene en vilo porque elaboras muchas teorías en tu cabeza pero te aseguro que ninguna se acerca a la realidad.
La colisión con Lola es inevitable y hay mucha conexión que ninguno quiere ver en principio, por lo que resuelven eso que parece que sienten hablando y saliendo como amigos y algo más. Sin embargo hay algún que otro malentendido que hace todo aún más interesante hasta que se resuelve y la solución que encontrarán a partir de ahí es tan curiosa como peligrosa para ambas partes, porque si bien dejan todo claro, al corazón no siempre le valen las normas y los límites impuestos.
Ya te podrás imaginar que el desarrollo tiene altos y bajos, momentos con tensión, otros dulces y algunos amargos pero te puedo asegurar que las risas están aseguras y que el final es tan de película que quieres reír y llorar a la vez. Y por supuesto, como siempre, llegar a la razón del título, qué escena!!
Ahora voy a hablarte de los secundarios de lujo que acompañan a Lola empezando por su abuela Carmen, que por cierto, comparte nombre con la mía. Es una mujer que disfruta de la vida, lo ha hecho siempre, y ha trasmitido a sus nietos esa lucha diaria sin perder de vista que compartir los buenos momentos con los que quieres es fundamental. Se ha sobrepuesto a los reveses de la vida por ellos y siempre ha sido un pilar en sus vidas y en las de sus amigos, porque Dani, amigo de siempre, y Manu, compañero de facultad de Edu y amigo de todos desde entonces, son dos nietos más.
Edu es tan bonico. La relación con su hermana es preciosa y saber de su vida es simplemente maravilloso, ya verás. Es un personaje del que te enamoras al instante y tiene en este libro su historia, como secundario, y aunque me hubiera encantado saber mucho más, lo que aparece es impecable.
Manu y Dani completan el grupo en el que no faltan las risas y el apoyo incondicional. Son veinteañeros con alma de adolescentes que disfrutan de la comida basura y de la comida en general, jeje, que adoran las maratones de series y ver pelis malas para comentar cada detalle y que quieren lo mejor los unos para los otros aunque eso signifique a veces que se pasan de sobreprotectores.
En este invierno en el que estamos inmersos viajar al sur de la mano de Lola es simplemente el mejor plan que puedes hacer. Prepárate para disfrutar y sufrir con ella, para divertirte y conocerla a fondo y vivir junto a ella los meses más intensos de su vida. Cada detalle cuenta y conforma la personalidad de cada uno y las relaciones entre ellos. Querrás comentar cada escena, ya te lo digo, yo así lo he hecho y la experiencia de la lectura compartida ha sido un plus. Merece la pena.