Hoy vengo con la presentación más musical hasta la fecha. Hace semanas que vamos conociendo detalles de esta historia y cada vez tengo más ganas de sumergirme en la vida de Ada y Hugo y sufrir con ellos, porque tiene toda la pinta de tener momentos muy difíciles.
Todo lo que he leído de la autora me ha fascinado y estoy segura que las expectativas con este nuevo libro se van a cumplir.
De momento, aquí tenéis una selección de canciones que representan momentos importantes, dale al play y a esperar unos días hasta que podamos conocer su historia...
La música habla por sí sola en Imposible canción de amor. Está en su título. Está en las canciones
que llevo subiendo a stories de
Instagram desde hace semanas (y que seguiré haciéndolo hasta el día de
publicación de la novela, el 7 de marzo). Y suena en algunos momentos de la
historia de amor de Ada y Hugo. A veces de fondo. A veces como la única forma
que encuentran de expresar lo que sienten, quiénes son en el momento y lugar
que les ha tocado vivir.
Sara me ha pedido que elija las cinco más especiales y que
explique el porqué. Que deje que sean Ada y Hugo quienes lo expliquen. Es todo
un reto hacerlo sin desvelar nada de la trama, pero… creo que lo he conseguido.
Este es mi top five de las canciones
de amor imposibles de Ada y Hugo:
Dulce
introducción al caos, de
Extremoduro
Es la canción con la que empieza la novela, la que sonaba en
mi cabeza mientras escribía el prólogo, que se titula precisamente así, «Dulce
introducción al caos». Porque eso es lo que supone el regreso a Madrid de Ada
tras diez años recorriendo el mundo y sin volver más que de visita a la ciudad
en la que vivió un amor casi adolescente con Hugo. Un amor que casi ni fue
amor. O sí. Esa vuelta a Madrid la meterá de cabeza en un caos que, aunque en
ocasiones duela, no dejará en ningún momento de ser dulce.
«El
día que aterricé en Madrid tras diez años de ausencia era viernes, el cielo
tenía un color plomizo y mi vida estaba a punto de cambiar para siempre».
Lady
Madrid, de Pereza
«Más bonita que ninguna, ponía a la peña de pie». A veces
hay fragmentos de canciones que se te cuelan en la mente mientras escribes, sin
que esté clara la causa ni qué las ha llevado hasta allí. Eso me ocurrió con
Ada, Hugo y Lady Madrid. Desde el
principio, me imaginé a Hugo pensando en Ada como en esa figura un poco mítica
que es la protagonista de la canción. Porque la de Ada y Hugo es una historia
de amor, pero también es una historia de Madrid. La ciudad se cuela en las
tramas y para mí acabó siendo mucho más que un simple escenario. Y, para Hugo,
no hay nada más de Madrid que Ada, aunque ella ni siquiera haya nacido en la
ciudad ni vivido en ella más que circunstancialmente.
«Juro que sentí que el puto Leiva
me estaba hablando directamente a mí, recordándome que Ada podía poner a todo
un jodido imperio a sus pies solo con un movimiento de caderas. Me había
enamorado como un gilipollas de ella a los veintitrés y estaba volviendo a caer».
Lisboa, de
Loquillo
No voy a decir por qué la historia de amor de Ada y Hugo es
(o parece) imposible, porque eso tendrá que descubrirlo cada lector, pero… hay
momentos en que todo es demasiado difícil, momentos en los que surgen las dudas
de si merece la pena luchar tanto, que duela tanto. Pero también hay de los
otros. Esos instantes que son un rayo de luz, un aliento de esperanza. Ada y
Hugo viven un momento así en Lisboa. Otra ciudad, un ambiente diferente y la
libertad de ser ellos mismos. De quererse.
«Nos fuimos a la cama, nos
abrazamos, hicimos el amor, dormimos, despertamos agitados, volvimos a hacer el
amor, nos besamos, nos repetimos que nos queríamos hasta quedarnos afónicos…
mientras aquellas vacaciones en el limbo se extinguían como la cera de las
velas que seguían sobre la mesita de centro».
La canción
más triste, de Robe
Es una de mis canciones favoritas y aún me cuesta
escucharla, más de un año después de acabar de escribir la historia de Ada y
Hugo, sin que se me ponga la piel de gallina por los recuerdos. Porque esta
canción es la que Hugo escucha en bucle en su peor momento, cuando se regodea
en el lodo de una canción oscura porque no encuentra salida a su propio dolor.
Para mí ya es lo que dice su título (y siempre lo será): la canción más triste.
«”He llorado tanto, y he llorado
tan adentro”, decía la letra, y yo tuve que atajar el rumbo de una lágrima que
se me había escapado sin que me diera cuenta siquiera. Ada levantó la mirada y
esbozó una sonrisa llena de pena. Por mí, por ella, por los dos. “He llorado
tanto que he apagado hasta el infierno”. Ojalá se apagara el que sentía dentro».
Hey, Soul
Sister, de Train
Y si empecé con la canción del prólogo, acabo con la del
epílogo. Porque aunque Imposible canción
de amor sea una novela dura por momentos, aunque os haya contado algunos de
los peores momentos que viven Ada y Hugo, también es una novela llena de
momentos divertidos, de amistad, de amor, de familia. Y la culpable de muchos
de esos chispazos de esperanza y risa es Cloe, la hermana de Ada, que ya puedo
confesar que es uno de mis personajes favoritos de todo lo que he escrito. Y
esta es su canción, la que suena mientras aprende a vivir de nuevo y llena de
optimismo y amor a quienes la rodean.
¿Qué te ha parecido? ¿Conocías las canciones? ¿Cómo crees que será la historia de Ada y Hugo? Cuéntame!
Por si no habías leído aún la sinopsis, aquí la tienes:
Hay historias de amor de todo tipo. Y a la vez todas son únicas. Este
es uno de esos relatos en el que los protagonistas parecen seguir dos
caminos que se cruzan inevitablemente, a pesar de todo y de todos, en
el que los sentimientos son tan reales que lo demás podría ser mentira.
La historia de Ada y Hugo habla de amor y dolor, de decisiones, de opciones, de renuncias. Habla de atreverse, de acobardarse, de tenerlo todo, de no tener nada, de reconstruirse, de reencontrarse, de cambiar. Habla de vivir.
Abril Camino ha escrito una novela de sentimientos, brillante e íntima, con un estilo literario poético e inteligente. Una delicada y gran historia de amor; una canción imposible de olvidar sobre el latido de toda una generación.
La historia de Ada y Hugo habla de amor y dolor, de decisiones, de opciones, de renuncias. Habla de atreverse, de acobardarse, de tenerlo todo, de no tener nada, de reconstruirse, de reencontrarse, de cambiar. Habla de vivir.
Abril Camino ha escrito una novela de sentimientos, brillante e íntima, con un estilo literario poético e inteligente. Una delicada y gran historia de amor; una canción imposible de olvidar sobre el latido de toda una generación.