Altea Morgan presenta... Las normas del avión de papel

El pasado viernes, 1 de marzo, salía a la venta lo nuevo de Altea Morgan, Las normas del avión de papel, una historia con mucha música y muchos diálogos de esos que repasas una y otra vez porque te remueven. Altea presenta a sus personajes a través de sus propias palabras y nos deja con ganas de más. 

Y por si esto fuera poco, habrá serie, por lo que no solo disfrutaremos de esta historia, sino que saldrán personajes que tendrán la suya propia y esperaremos ansiosas a que llegue su momento. 

Vamos a conocer un poco más a Nico y Jules, ¿no?

¡Hola, Sara!

Muchas gracias por dejarme un hueco en tu blog para poder presentar mi último libro. Escribir Las normas del avión de papel ha sido mucho más importante de lo que yo pensaba que podría ser en un principio. Es un libro que se lleva un parte de mí, en muchos sentidos.

La idea surgió un poco de la nada, escuchando Forever Young de Bob Dylan, no sé cómo Nico apareció. Una mezcla entre pianista loco y despistado. La primera escena del libro fue lo que definió, la escribí antes que cualquier otra cosa. Aunque, es muy curioso, ya que al principio él no iba a ser el narrador, pero se abrió paso para contar su propia historia con sus propias palabras. Al final, el libro es su voz.

Julia es otra cosa, es más tranquila, menos huracán, la verdad. Su forma de ser siempre la tuve clara, de hecho, es el personaje femenino más íntimo que he escrito en mucho tiempo. Ella es, para Nico, melodía en medio del ruido, y creo que eso es parte de lo que quería plasmar en su historia.

Lo mejor de escribir el libro ha sido lo terapéutico que es meterse en la cabeza de un músico obsesionado, yo lo estoy con otras cosas, así que lo entiendo en muchos sentidos. Y lo peor es que, mientras que la trama del libro ya estaba más que pensada, ocurrió algo que cambió mi vida y se parece mucho a una parte de la historia de Nico. Escribirlo fue doloroso pero liberador.

Hay varios mensajes que quiero trasmitir con esta historia: que el amor se puede encontrar en cualquier lugar, que la música adecuada espanta al ruido y que con el bálsamo adecuado pueden curarse todas las heridas.

Las normas del avión de papel es un libro autoconclusivo, es el primero de la saga Ruido, donde algunos personajes que ya salen en el mismo tendrán su propia historia. Seguro que, tras leerlo, hay algunas apuestas sobre quiénes serán.

Pero en este primero, si algo nos vamos a encontrar es música, y Nico tiene algo que decirle a Julia sobre la misma:

«La música, Jules, tiene que ser escuchada; cantada a pleno pulmón en la ducha, sin importar cuán bien lo hagamos; llorada; amada; mimada e, incluso, odiada. Es como un ente vivo que necesita salir y darse una vuelta. No es muy diferente a ti o a mí. Se deprime, tiene subidones de adrenalina y a veces desaparece. Hay que cuidarla, marearla, en ocasiones, y sentirla».

¿Qué opina Nico de Julia? Mejor que lo diga él:

«Tienes razón en parte y te equivocas un poco. No tengo un vacío existencial que cualquiera pueda llenar, Jules. Tengo un vacío existencial que no sabía que tenía hasta que te conocí y que ahora solo puedes llenar tú. Y sé por qué, te lo puedo explicar: me inspiras».

¿Qué opina Julia del amor?

«A veces, no está de más recordar que hay gente en el mundo que nos quiere como somos, aunque la liemos, aunque seamos imperfectos y tomemos malas decisiones.

Eso es la familia y, quizá, eso también es el amor».

Y una de mis citas favoritas del libro, que está en las primeras páginas, es cómo ve Nico el amor antes de encontrarse con Julia:

«…para mí el amor es una cosa amorfa que solo funciona bien en el arte. En la vida real no existe. Alguien lo mató hace mucho tiempo. El consumismo, el egocentrismo o las prisas. Levantarse a las seis de la mañana para ir a trabajar mató el amor. Los tuppers de comida de la semana se reunieron una tarde lluviosa en las varillas del friegaplatos y decidieron en acto solemne que el amor había muerto. La rutina no mató al amor, lo mató el mileurismo. Y la mediocridad, sí, eso también».

Es un libro lleno de música, de amor, de personajes secundarios metomentodo, de melodías que traspasan muros, de deseos que hacen viajes interpatiales, de sueños (conseguidos y rotos), de besos escondidos en la terraza, de un gato con nombre de cantautor y de normas escritas en un avión de papel.

¿Qué te ha parecido? Si aún no has leído la sinopsis, ahí va:

Nico tiene un gran amor en su vida: la música.
Julia tiene un gran propósito en la vida: quererse a sí misma.
Ni Nico ni Julia buscan encontrarse, pero, un día cualquiera en un apartamento a las afueras de Madrid, una melodía desubicada hará que se conozcan y que ya no puedan separarse el uno del otro.
Un chico desencantado con las relaciones y una chica que preferiría no volver a ser parte de ninguna tendrán que ponerse de acuerdo para convivir con todos los sentimientos que despiertan el uno en el otro. ¿Cómo lo harán? Plasmando sus normas en un avión de papel.

Altea, muchas gracias por compartir estos trocitos de Nico y Julia, sin duda serán muy especiales y su historia, por lo que has contado, una de las que nos dejará huella!!

Yo ya lo tengo en mi lista de lecturas para las próximas semanas, ¿y tú?