La ecuación del amor, Helen Hoang

Título: La ecuación del amor
Autora: Helen Hoang
Género: romántica contemporánea
Editorial: Titania
Sinopsis:
Stella Lane cree que las matemáticas son lo único que funciona en el universo. Utiliza algoritmos para predecir compras, un trabajo que le ha proporcionado más dinero del que sabe gastar y menos experiencia en el apartado de las citas que la media de cualquier treintañera. No le ayuda tener Asperger y que besar le recuerde a un pez piloto limpiando los dientes de un tiburón. Por eso contrata al despampanante gigoló Michael Phan. Mitad sueco, mitad vietnamita, Michael no puede rechazar la oferta de Stella y accede a ayudarla y rellenar todas las casillas de su plan de lecciones amorosas, desde el juego previo hasta más allá de la postura del misionero... Stella no solo aprende a apreciar los besos de Michael sino a anhelar el resto de sensaciones que le provoca. Pronto su asociación sin sentido empieza a cobrarlo y el patrón que Stella descubre la convence de que el amor es la mejor clase de lógica.

Este título resultó el ganador como mejor novela romántica de 2018 en los premios de GoodReads, que resultan de la votación de los usuarios, por lo que tenía unas ganas inmensas de conocer a Stella y su particular manera de enfrentarse al mundo. Me ha parecido un libro muy entretenido, se lee en un suspiro y aunque mantiene ese tono liviano propio de las comedias románticas encierra mucho más, trata temas profundos de una manera elegante sin perder la frescura. Sin duda te lo recomiendo mucho.

Stella es una mujer de éxito, es econometrista y trabaja en una empresa que estudia variables de compras de los usuarios, se lleva bien con sus padres pero tiene ciertas peculiaridades como ser poco hábil en las relaciones sociales, tener unas rutinas establecidas y casi inamovibles y querer hacer feliz a su madre casi a toda costa; y es que Stella es autista. Tiene Asperger, lo que significa que es altamente funcional pero no deja de percibir el mundo de una manera diferente a como lo percibe la gran mayoría de la gente. Siguiendo su científico y analítico razonamiento llega a la conclusión de que si alguien le enseñara a cómo desenvolverse en la parte más física de las relaciones de pareja sería capaz de entablar una que quizá desembocara en boda y niños tal y como quiere su madre.

Será entonces cuando aparezca Michael, acompañante un día a la semana y hombre misterioso el resto. Este hombre, que es una mezcla explosiva, sabe sacar partido a ese físico que los genes le han dado, dedica una de las noches de la semana a ser acompañante, lo que le reporta unos beneficios considerables pero cuando conoce a Stella algo diferente salta dentro de él: no la ve como a una clienta más, realmente le preocupa que alguien pueda aprovecharse de ella porque ve una vulnerabilidad y una ingenuidad que no había visto antes y decide que su trato se extenderá más allá de una noche.

Lo que tendrían que haber sido unas horas de lecciones rápidas y básicas que Stella aprendería al vuelvo se convierten en unas semanas donde irán desgranando los distintos comportamientos que ella tiene que mejorar para conseguir una relación estable y satisfactoria en todos los sentidos. Con lo que no contaba ninguno de los dos era que con ese roce constante, metafórico y literal la relación en prácticas que ponen en marcha se les puede ir de las manos.

La misteriosa vida de Michael me ha parecido magnífica. En los primeros momentos solo conoces esa fachada que muestra, la de el chico seguro de sí, muy atractivo, con un gran tatuaje que deja alucianda a Stella y su olor particular (esa escena es genial), pero conforme va avanzando la novela verás más allá, porqué hace lo que hace, por quién lo hace, conocerás a su familia de mujeres vietnamitas que son adorables y desvelará cuál ha sido su gran su sueño y su mayor miedo. 

Habiéndose criado prácticamente solo con su madre, su vida ha cambiado mucho en los últimos años, aunque en lo fundamental sigue siendo igual: adora a su familia, la relación con su primo es muy buena y le apasiona practicar kendo. La llegada de Stella a su vida pone de manifiesto esos anhelos que creía haber enterrado bien. Por su parte, Stella, descubre en Michael a alguien que comparte con ella su gusto por las series coreanas, a alguien que respeta sus tiempos sin preguntarle más allá y sobre todo a alguien que la ve a ella, no su etiqueta.

Al final del libro hay una nota de la propia autora que te recomiendo leer incluso antes porque tiene mucho que ver con cómo percibirás el libro y podrás saber algo más de la vida de una persona, más concretamente de una mujer, con autismo. El desarrollo de la historia entre estos dos personajes ha sido muy bueno, impecable, una mezcla equilibrada de momentos muy tiernos con otros súper sexys que aportaban mucho dinamismo y una tensión palpable. La forma de ser de ambos es una maravilla y ver cómo se van conociendo, avanzando y retrocediendo hasta llagar al gran conflicto es simplemente genial.

Un premio más que merecido para esta historia muy tierna y muy sexy que te hará reír y suspirar a partes iguales. Conoce a Stella y a Michael y prepárate para hacerles un hueco entre tus preferidos.