Título: Nuestra casa en el árbol
Autora: Lea Vélez
Género: narrativa
Editorial: Destino
Sinopsis:
Tras la muerte de su marido, Ana decide que la vida de ciudad, las mil extraescolares, los problemas educativos, los infinitos deberes repetitivos y la dislexia galopante de su hijo mayor son demasiado para ella. No puede más. No tiene tiempo para vivir del modo que el sistema le impone y a la vez estar con sus niños. Entendiendo que ella es la mejor «profesora de extraescolar» para ellos, decide romper con todo. Escapa de un mundo derruido y lleno de dolor, vende todo lo que la ata a Madrid y se marcha al sur de Inglaterra, al hostal inglés que su marido le dejó en herencia.
Allí, en Hamble-le-Rice, un bucólico pueblo de pedernal junto a la desembocadura del río Hamble, Ana crea un mundo de humor, un entorno irreverente y liberal, en una antigua escuela de carpintería situada en el borde mismo del agua.
Sus hijos, Michael, Richard y María, gracias a su vida en plena libertad, extraerán de sus aventuras y experiencias personales sus propias vocaciones y destinos, demostrando que la excelencia puede alcanzarse a través de la sencillez, sin sacrificar la infancia en favor del futuro.
Autora: Lea Vélez
Género: narrativa
Editorial: Destino
Sinopsis:
Tras la muerte de su marido, Ana decide que la vida de ciudad, las mil extraescolares, los problemas educativos, los infinitos deberes repetitivos y la dislexia galopante de su hijo mayor son demasiado para ella. No puede más. No tiene tiempo para vivir del modo que el sistema le impone y a la vez estar con sus niños. Entendiendo que ella es la mejor «profesora de extraescolar» para ellos, decide romper con todo. Escapa de un mundo derruido y lleno de dolor, vende todo lo que la ata a Madrid y se marcha al sur de Inglaterra, al hostal inglés que su marido le dejó en herencia.
Allí, en Hamble-le-Rice, un bucólico pueblo de pedernal junto a la desembocadura del río Hamble, Ana crea un mundo de humor, un entorno irreverente y liberal, en una antigua escuela de carpintería situada en el borde mismo del agua.
Sus hijos, Michael, Richard y María, gracias a su vida en plena libertad, extraerán de sus aventuras y experiencias personales sus propias vocaciones y destinos, demostrando que la excelencia puede alcanzarse a través de la sencillez, sin sacrificar la infancia en favor del futuro.
Esta historia me ha conquistado y me ha hecho reflexionar sobre muchas cuestiones. Los protagonistas te llevan desde el comienzo de su mano y te encuentras queriendo ir más despacio en la lectura para alargar la historia lo máximo posible. Una preciosa historia sobre el amor, la familia, la infancia, lo que supone crecer, querer aprender y ser feliz. Muy recomendable.
El libro arranca en el presente, cuando Michael, Richard y María son adultos, han tenido éxito en sus campos profesionales y están regresando a su casa, Joiners House, en barco para asistir a un funeral. Van recordando entonces sus años de infancia a través de sus recuerdos y valiéndose también de los diarios de su madre y de los escritos de Richard, el mediano, que dota a esos años de un hilo conductor, será el narrador, en primera persona, de todo lo que vivieron.
Te preguntarás qué tienen de especial estos tres hermanos que se llevan un año de diferencia entre sí, pues que los tres son niños de altas capacidades. Su inteligencia, muy por encima de la media, supone para Ana, su madre, un quebradero de cabeza en lo que a la escolarización se refiere porque no encuentra la atención que sus hijos necesitan y a pesar de que ella compensa bastante sus ansias de conocimiento no quiere educarlos en casa y aislarlos en cierta medida.
El fallecimiento del padre ocurre fuera del relato pero, sin duda, es un hecho que les marca a todos, y el detonante para que Ana decida trasladarse a Inglaterra con sus hijos para poder pasar su duelo y dar a sus hijos un entorno enriquecedor y libre. Así pues llegarán a la casa que reformaron juntos y que servirá ahora de hogar y negocio, pues a modo de bed and breakfast, les otorgará los ingresos necesarios.
Las conversaciones con los niños son los elemetos primordiales de esta historia y de las cosas que más me han gustado; las charlas en el coche, cómo convierten cada tema de conversación en charlas interminables que pasan de un tema a otro. Su forma de pensar es extraordinaria y su madre les anima, siempre contesta a sus preguntas y si no sabe las respuestas las busca; no es que tenga paciencia, es que no considera que su curiosidad sea exasperante, por lo que la relación que tienen es de respeto y admiración y llevada por esos sentimientos decide construirles una casa en el árbol, ella sola, sin la ayuda de nadie y tomándose todo el tiempo que necesite.
Ana es una mujer muy sabia. Su dolor no le impide seguir adelante y aunque sabe que ese amor que sintió por su marido no volverá es incapaz de resistirse a sentir de nuevo cuando un inquilino llame a su puerta y descubra que tiene más que ver con su pasado de lo que ella hubiera esperado.
Como te digo, las conversaciones entre los hermanos, que son muy pequeños en edad, cuando comienza el libro tienen cinco, cuatro y tres años respectivamente, dan para reflexionar largo y tendido porque no solo es que sean listos y tengan unos campos de interés algo alejados de lo que les puede interesar a los demás niños, es que su forma de ver el mundo, de entender las relaciones, de posicionarse con respecto a muchas cuestiones, son emocionantes y sentencian las conversaciones de forma magistral. Michael es el mayor y en cierta medida es quien lleva la voz cantante de la infancia de los tres; María sea quizá la más inocente y Richard, antes y ahora, se muestra algo expectante, pero lo que sí forman es un grupo indivisible para enfrentarse al mundo.
La casa del árbol no se construye en un día y es muy especial ver el proceso que sigue Ana, todos los pasos que da, las réplicas a sus hijos y la cantidad de metáforas que usa para ello, cómo les estimula y no corta su creatividad ni curiosidad, por mucho que la escuela, sobre todo en el caso de Michael, quisiera aplacarlas de la manera más tediosa.
Este libro tiene multitud de lecturas pero ahora quiero quedarme con una en lo que respecta a la educación formal. Si bien no todos los niños y las niñas son superdotados intelectualmente, sí tienen todos una curiosidad y unos intereses que la escuela, en su mayoría, aplasta y trata de homogeneizar, dando lugar a frustraciones más o menos grandes y en última instancia a la infelicidad. Hay que tener más en cuenta los tiempos individuales, respetarlos y dar a cada uno ese punto de inicio que le motive para seguir. Desde luego, la implicación de esta madre y la forma de entender a sus hijos es fantástica y algo que tanto docentes como cada padre y madre tendría que imitar.
Así pues, no puedo más que recomendarte este libro. Es el segundo que leo de la autora despues de La sonrisa de los pájaros y puedo decir que me ha encantado y que seguiré leyendo todo lo que publique. Esta familia peculiar, esta madre con un propósito que lucha contra más adversidades de las que desearía, que tiene que rehacerse por sus hijos y que no tiene más remedio que plantearse el futuro y estos tres hermanos fantásticos que tienen unas conversaciones a las que volver con el tiempo. ¿Sabes lo que se necesita para construir una casa en un árbol? Este libro te enseñará.
Hola :)
ResponderEliminarPues en un principio no me llama mucho la atención así que, por el momento lo dejaré pasar.
Besos
Me alegra que te haya gustado pero lo voy a dejar pasar por ahora que no me termina de convencer.
ResponderEliminarSaludos