Título: Algún día, hoy
Autora: Ángela Becerra
Género: narrativa
Editorial: Planeta
Sinopsis:
En una noche de tormenta y barro nace una niña bastarda a la que,
creyéndola muerta, bautizan con el nombre de Betsabé. Nadie sabe que en
su interior lleva la fuerza de la feminidad, así como la magia y la
rebeldía que la harán superar todos los obstáculos. Creará un vínculo
indisoluble con su hermana de leche, Capitolina, una pobre niña rica, y
ninguno quedará indiferente a su mirada de fuego. Ni siquiera Emmanuel,
el revolucionario francés salido del Montparnasse más artístico que, al
conocerla, caerá enfermo de amor.
Algún día, hoy, basada en un hecho real
acaecido en 1920 en Colombia, narra la historia de Betsabé Espinal, que
con solo veintitrés años se convierte en la heroína de una de las
primeras huelgas femeninas de la historia. Ángela Becerra construye un
monumento a la amistad más pura envolviendo a sus protagonistas en un
apasionado círculo de amor que tendrá un sorprendente final.
Esta historia me ha despertado muchísimos sentimientos, leer a esta autora es adentrárte en un viaje en el que sabes que te esperan muchas sorpresas, contadas tan bonito, que te dejas llevar, conectas con los personajes y cuando llegas al final el vacío es inevitable. Aquí, además, se suman los hechos reales en los que está basada la novela en torno a Betsabé Espinal y su papel en el empoderamiento de las obreraras frente a las injusticias y desmanes vividos. Cada parte en la que está dividida la novela es trepidante, cada personaje tiene su recorrido y en más de una ocasión me sorprendía leyendo más y más rápido para saber qué pasaba con unos y otros.
La historia arranca con el nacimiento de Betsabé traumático para la madre por el asilamiento en el que da a luz y por cómo se concibió, con mentiras, que la han llevado a quedarse sin nada. Desde los primeros minutos de vida de esta bebé sabes que le esperan grandes cosas y con la cadencia mágica que se caracteriza la autora asistes a un momento único en el que esta niña toma su primer aliento y la adivinas fuerte y valiente, una niña alrededor de la cual crecen flores y musgo, como si formara parte de la naturaleza; si te fijas en la portada, y tras los primeros capítulos, ves que la representa a la perfección.
En las condiciones tan pobres en las que viven, en una zona rural de la Colombia de finales del siglo XIX, la oportunidad de poder salir adelante se presenta gracias la necesidad de la familia Mejía Echavarría de alimentar a Capitolina, quien pareciendo que tenía todo a favor, también sufrió un nacimiento traumático que la marcaría de por vida.
Estas dos familias ven sus destinos unidos por estas dos niñas que desde que se juntaron no se separaban ni un momento. Todo este inicio es muy tierno, cómo se buscan siendo bebés, convirtiéndose en hermanas de leche a través de Celsa Julia, la madre de Betsabé, pero también vas viendo cómo esta mujer va cayendo en una locura irremediable que se hará mayor con el tiempo, a la vez que no puedes dar crédito a lo despegada que es la madre de Capitolina con esta y lo calculadora que es con respecto a su propio bienestar.
El tercer elemento importante será el hijo de Claude, Emmanuel. Este joven, nacido y criado en París vive en su primera juventud un momento álgido en la Ciudad de la Luz, con pintores, poetas, musas, todo es libertad y ganas de hacer algo distinto de la generación anterior, pero cuando su padre le pide que vaya hasta Colombia para ayudar a su buen amigo Conrrado Mejía Echavarría con el negocio textil, emprenderá un viaje de madurez y de cambio que significará todo para él.
Emmanuel rozará la mayoría de edad cuando llegue a Columbia después de un viaje de lo más tortuoso y conozca, sin mucha ceremonia a Betsabé y Capitolina; estas, adolescentes, no entenderán que en ese momento su relación cambiará porque el momento mágico que viven Emmanuel y Betsabé dificilmente era replicable con la menor de la familia.
La faceta más romántica de la historia está presente de una forma sutil, dulce, pasando por muchos momentos preciosos pero también por otros de incertidumbre, porque la guerra en Europa está cada vez más cerca y la familia de Emmanuel le necesita más que nunca.
La parte más social me ha parecido magistral, cómo las mujeres que trabajaban en una fábrica textil cuyo dueño se jactaba de dar las mejores de las oportunidades a esas mujeres no quería reconocer los abusos cometidos por los capateces al cargo y Betsabé, junto con sus compañeras callan durante muchos años hasta que se plantan en una huelga sin precedentes.
Puedes ir viendo que la novela se desarrolla a lo largo del tiempo, desde la infancia de las protagonistas, pasando por su adolescencia hasta la edad adulta y donde cada una de ellas va tomando decisiones de forma más o menos libre sobre su propio destino. Seguramente te sorprendas en algunos momentos y te aseguro que también sentirás rabia por cómo algunos personajes se interponen en la felicidad de los protagonistas para llegar a un final que es perfecto para ellos. Lo releí días después de acabarlo y me siguió pareciendo igual de sorprendente y maravilloso.
Te recomiendo mucho a esta autora de la que destaco, de nuevo, la narración tan mágica y fluida que posee. Avanzas en la trama sin darte cuenta y vas apreciando pequeños detalles que hacen únicas a sus historias. Betsabé y Capitolina crecen como hermanas pero sus caminos se separan en un momento dado, a partir del cual querrás saber de una y de otra hasta ese ansiado final.
Este libro no entra en mis planes de lectura. Lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
Lo quiero... Leí Ella, que todo lo tuvo y me gustó mucho su forma de escribir, así que no me molestaría darle esta oportunidad. Y con tus comentarios, más me animo a leerla.
ResponderEliminarPara mí, es un libro irregular y, lo peor de todo, con faltas graves de sintaxis que no puedo entender. ¿No revisan los libros? Es una pena
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