Título: Mil soles espléndidos
Autor: Khaled Hosseini
Género: Narrativa
Editorial: Salamandra
Sinopsis:
Hija ilegítima de un rico hombre de negocios, Mariam se cría con su
madre en una modesta vivienda a las afueras de Herat. A los quince años,
su vida cambia drásticamente cuando su padre la envía a Kabul a casarse
con Rashid, un hosco zapatero treinta años mayor que ella. Casi dos
décadas más tarde, Rashid encuentra en las calles de Kabul a Laila, una
joven de quince años sin hogar. Cuando el zapatero le ofrece cobijo en
su casa, que deberá compartir con Mariam, entre las dos mujeres se
inicia una relación que acabará siendo tan profunda como la de dos
hermanas, tan fuerte como la de madre e hija. Pese a la diferencia de
edad y las distintas experiencias que la vida les ha deparado, la
necesidad de afrontar las terribles circunstancias que las rodean —tanto
de puertas adentro como en la calle, donde la violencia política asola
el país—, hará que Mariam y Laila vayan forjando un vínculo
indestructible que les otorgará la fuerza necesaria para superar el
miedo y dar cabida a la esperanza.
La emoción al leer a este autor está asegurada, pero también la indignación y la impotencia por ver sufrir a los débiles porque alguien con más poder lo ejerce de la forma más injusta y cruel. Si Cometas en el cielo fue un cinco estrellas rotundo, este no se ha quedado atrás.
El libro comienza con la infancia y la adolescencia de Mariam, una hija ilegítima que crece a las afueras de una aldea con la sola compañía de su madre, una mujer superada por las circunstancias y que guarda un profundo rencor al padre de su hija.
«Como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer. Siempre. Recuérdalo, Mariam.»
Este hombre la visita semanalmente y la niña lo vive con la mayor de las ilusiones. Sin embargo, conforme va creciendo quiere disfrutar de su padre al igual que sus hermanos y cuando se decide a visitarle a él para que vayan juntos al cine, su vida dará un giro inesperado, puesto que esa decisión tiene unas consecuencias que jamás consideró y que desembocan en el matrimonio con un hombre bastante mayor que ella, residente en Kabul, de ideas muy cerradas y quien la acabará haciendo infeliz.
La segunda parte del libro corresponde a Laila, de la que también ves su niñez y adolescencia pero en este caso en Kabul, en el seno de una familia humilde pero instruida y donde la felicidad de los hijos y su educación es lo principal. Crece rodeada por una familia unida y amorosa, jugando con sus amigos y teniendo a alguien especial que tendría que convertirse en el hombre con quien compartiera todo pero que, de nuevo, el destino tiene otros planes para ella.
La situación política del país condiciona la vida de Laila y su familia, que ve cómo el enfrentamiento contra los soviéticos hace un daño irreparable a su madre y la guerra civil que sufren después termina el giro de su vida hacia una dirección llena de dolor y sufrimiento.
Las vidas de estas dos mujeres, a las que separan casi 20 años, se une y los lazos que forjan son indestructibles. La fuerza que se dan la una a la otra en los años que conviven para enfrentarse a un hombre mezquino y cobarde es impresionante; unos sacrificios inimaginables que pueden comprenderse bajo esas situaciones desesperadas porque esa etapa juntas corresponde al establecimiento del régimen talibán en Afganistán.
Puede parecer lejano pero la trama arranca a finales de los años 70 y según van pasando los años, los diferentes regímenes políticos, las guerras, te vas dando cuenta que la mezquindad del hombre parece no tener fin; vejar a la mujer para socavar la moral del enemigo, usarlas y tratarlas como objetos, sin derechos, que sobre todo, en el último tercio del libro te indigna hasta el límite.
Unas vidas difíciles que han sido y siguen siendo reales y parte de la indiganación viene también por la pasividad de la intervención internacional en estos países con desigualdades tan flagrantes.
Este tipo de historias remueven muchísimo y aunque hay partes difíciles sí que recomiendo a este autor. Leer sus historias es como estar leyendo un cuento que te hará sufrir pero también reflexionar sobre muchos temas y te arracanrá, casi de forma inevitable, más de una lágrima. Un final épico a la altura del desarrollo de la historia.
La segunda parte del libro corresponde a Laila, de la que también ves su niñez y adolescencia pero en este caso en Kabul, en el seno de una familia humilde pero instruida y donde la felicidad de los hijos y su educación es lo principal. Crece rodeada por una familia unida y amorosa, jugando con sus amigos y teniendo a alguien especial que tendría que convertirse en el hombre con quien compartiera todo pero que, de nuevo, el destino tiene otros planes para ella.
«Sé que aún eres pequeña, pero quiero que lo sepas y lo comprendas desde ahora —le dijo un día—. El matrimonio puede esperar; la educación no. Eres una niña muy, muy inteligente. De verdad, lo eres. Puedes llegar a ser lo que tú quieras, Laila. Lo sé. Y también sé que, cuando esta guerra termine, Afganistán te necesitará tanto como a sus hombres, tal vez más incluso. Porque una sociedad no tiene la menor posibilidad de éxito si sus mujeres no reciben educación, Laila. Ninguna posibilidad.»
La situación política del país condiciona la vida de Laila y su familia, que ve cómo el enfrentamiento contra los soviéticos hace un daño irreparable a su madre y la guerra civil que sufren después termina el giro de su vida hacia una dirección llena de dolor y sufrimiento.
Las vidas de estas dos mujeres, a las que separan casi 20 años, se une y los lazos que forjan son indestructibles. La fuerza que se dan la una a la otra en los años que conviven para enfrentarse a un hombre mezquino y cobarde es impresionante; unos sacrificios inimaginables que pueden comprenderse bajo esas situaciones desesperadas porque esa etapa juntas corresponde al establecimiento del régimen talibán en Afganistán.
Puede parecer lejano pero la trama arranca a finales de los años 70 y según van pasando los años, los diferentes regímenes políticos, las guerras, te vas dando cuenta que la mezquindad del hombre parece no tener fin; vejar a la mujer para socavar la moral del enemigo, usarlas y tratarlas como objetos, sin derechos, que sobre todo, en el último tercio del libro te indigna hasta el límite.
Unas vidas difíciles que han sido y siguen siendo reales y parte de la indiganación viene también por la pasividad de la intervención internacional en estos países con desigualdades tan flagrantes.
Este tipo de historias remueven muchísimo y aunque hay partes difíciles sí que recomiendo a este autor. Leer sus historias es como estar leyendo un cuento que te hará sufrir pero también reflexionar sobre muchos temas y te arracanrá, casi de forma inevitable, más de una lágrima. Un final épico a la altura del desarrollo de la historia.
Este libro es una forma de acercarse a la realidad que se vive en Afganistan. Situaciones que llevan a reflexionar sobre lo diferentes que son las culturas.
ResponderEliminarA mi me gutó un poco más "Cometas en el cielo", aunque también es más duro lo que relata el autor, que en este libro que comentas.
Un abrazo