El último secreto de los Deverill, Santa Montefiore

Título: El último secreto de los Deverill (Las Crónicas de Deverill III)Autora: Santa Montefiore
Género: narrativa romántica
Editorial: Titania
Sinopsis:
Estamos en 1939 y los nubarrones de la II Guerra Mundial se ciernen sobre Europa. En Irlanda muchas cosas han cambiado y una nueva generación de la familia Deverill se halla a punto de desplegar las alas. Bridie Doyle ha dejado atrás sus orígenes humildes y es ahora condesa di Marcantonio y dueña del castillo de Deverill. Su felicidad, sin embargo, corre peligro cuando se pone en duda la identidad de su marido, cuyas continuas infidelidades son un secreto a voces. Muy cerca de allí vive la antigua amiga de Bridie, Kitty Deverill, junto a su devoto marido, Robert. La vida de Kitty da un vuelco con el regreso inesperado de Jack O’Leary, su gran amor, al que nunca ha olvidado. Pero ¿habrá entregado Jack su corazón a otra? Martha Wallace llega a Dublín con la esperanza de conocer a su madre biológica. Tras ver frustrados sus intentos de encontrarla, conoce por casualidad con JP Deverill, el vástago de los Deverill, y todo cambia para ella. Vidas que se entrelazan y secretos desvelados: la cautivadora historia de la familia Deverill alcanza así su dramático y emocionante desenlace.

Esperadísimo desenlace de la trilogía de la autora ambientada en la primera mitad del siglo XX y qué tantos buenos momentos me ha dado, sobre todo porque la he compartido con Laura de El rincón de Marlau y todos los enredos a los que se ven sometidos sus personajes nos han permitido crear mil y una teorías, emocionarnos y seguir su evolución al milímetro.

Si no has leído aún la trilogía quizá quieras parar aquí porque hay que leerlos en orden, pero puedes pasarte por la primera y segunda parte: Canciones de amor y guerra y Hijas del castillo Deverill. Como en los casos anteriores, contaré un poco de cómo arrancan cada una de las tres protagonistas del libro y añadiré, al final, alguna pincelada de otros personajes clave.

La acción comienza en la primavera de 1939, pero ninguno de los protagonistas intuye que habrá una guerra mundial al final del verano, por lo que continúan con su vida como si nada. Kitty continúa casada con Robert y ha logrado una cotidianeidad apacible, a pesar de la espinita que tiene clavada en relación al castillo y su actual propietaria y, por supuesto, lo último que espera es que la vuelta a Irlanda de su primer amor pueda desestabilizarla como lo hace. JP, su hermano pero al que ha criado como a un hijo está a punto de cumplir la mayoría de edad y con respecto a sus orígenes, los que creía olvidados, serán también claves en este libro.

Bridie es dueña y señora del castillo que ha pertenecido durante generaciones a los Deverill y llegó dispuesta a dar las mejores fiestas, a convertirse en referente de la comarca y, por encima de todo, a complacer a su esposo, el siempre demandante Casare de Marcantonio y desvivirse por el hijo de ambos, Leopoldo. Sin embargo, la pequeña comarca irlandesa se le queda muy pequeña a este conde y las infidelidades están a la orden del día; el control, cada vez mayor, que tiene sobre la fortuna de Kitty preocupa a su hermano Michael y a Grace, por lo que su suspicacia será clave para proteger a Bridie de los desmanes que quiera cometer su marido.

Celia es la que menos aparece en este libro. Regresará a Europa tras su paso por Sudáfrica pero el mayor peso de su personaje se produce el libro anterio, lo que me ha apenado un poco porque la evolución que tuvo y el desarrollo de esa trama fue muy emocionante y el no verla mucho en estas páginas ha sido un poco decepcionante.

Martha, la joven norteamericana que descubre de mala manera que sus orígenes no son los que ella pensaba, llega hasta Irlanda buscando respuestas, buscando a la mujer que aparece en su partida de nacimiento como su madre y antes de llegar hasta ella conocerá a JP. Este muchacho, que ha vivido siempre protegido, se dará de frente con la cruda realidad, primero en forma de desengaño y más tarde interviniendo en la guerra.

Si bien podías atisbar que Martha y JP serían claves en este libro, no puedes ni llegar a imaginar cómo se conocerán y cómo se desarrolla su relación en unos primeros momentos. Un golpe de efecto, sin duda, que hubiera podido tener graves consecuencias si no llegan a intervenir Grace, Kitty y Bertie.

Y por supuesto, termino haciendo mención a la maldición que pesa sobre los herederos de los Deverill desde que Maggie O´Leary los maldijo a no obtener el descanso eterno hasta que las tierras que ocuparon los Deverill les fueran devueltas a los O´Leary. Al final de cada parte del libro hay un capítulo de ese pasado remoto protagonizado por Maggie y el primer Deverill que ayudan a entender el final, sumamente emotivo, cerrando el cículo más antiguo de pasares para las dos familias y dando una esperanza a las generaciones futuras.

Así arranca este último libro de la trilogía pero pasan muchísimas cosas, hay bastantes muertes por unas u otras razones y verás a los distintos personajes reponerse a su modo. Todos los secretos que se han ido guardando a lo largo de los años saldrán a la luz, de manera más o menos intencionada, y aquellos que los gaurdaron tendrán que afrontar las consecuencias. Me ha parecido, en general, una historia muy completa y donde cada personaje ha tenido su sitio, su momento estelar y un desarrollo impecable. Más que en ningún otro libro de la serie, el perdón es un elemento clave; cada uno, a su manera, cometió actos de los que no se siente orgulloso y tendrá que pedir perdón a las personas a las que agravió si quiere conseguir cierta paz. 

Si te gusta el romance histórico no puedes perderte Las crónicas de Deverill. Creo que es una de las historias más completas que he leído, muy interesante por el momento histórico en que se desarrolla y perfectamente entrelazadas todas las tramas que van sucediéndose. Con la gran cantidad de personajes que aparecen será inevitable que tengas tus favoritos, pero te puedo asegurar que ninguna escena es azarosa, todo tiene un por qué y es una maravilla acompañarlos a todos de principio a fin. Absolutamente recomendable.