Sentir, Mona Kasten

Título: Sentir (#3 Again)
Autora: Mona Kasten
Género: new adult
Editorial: Planeta
Sinopsis:
Sawyer e Isaac no podrían ser más diferentes. Ella es dura, desinhibida y aparentemente despiadada. Él es tímido, torpe y, con sus gafas de nerd y su ropa friki, es un desastre con las chicas.
Desde la muerte de sus padres, Sawyer siempre se las ha tenido que arreglar sola y nunca ha permitido que nadie se acerque a ella. Y nunca se habría fijado en Isaac, pero, cuando una noche unas chicas se burlan de él, Sawyer decide actuar: sin pensárselo dos veces, lo besa delante de todos. El plan parece funcionar tan bien que deciden hacer un trato: Sawyer ayudará a Isaac a deshacerse de su reputación de empollón, convirtiéndolo en un chico malo; a cambio, ella documentará el cambio y lo usará para su proyecto de fotografía.
Pero ese acuerdo, a primera vista inofensivo, lo cambiará todo: Sawyer volverá a sentir su corazón vibrar…

Tercera entrega de la serie revelación de los últimos meses y de una forma más que justificada. Sigue el enganche, siguen las historias que te lees casi del tirón y siguen los personajes llenos de matices que tienen mucho a lo que enfretarse siendo aún muy jóvenes.

Sawyer ha sido un personaje que apareció ya en el primer libro, Empezar, mostrando una fachada de tía dura y de vuelta de todo, incluso puede que no te cayera muy bien; en el segundo, Confiar, la percepción que tienes de ella cambia totalmente y te prepara para su libro, esta tercera entrega de la serie donde te despierta sentimientos de protección y de querer decirle que todo mejorará.

Si algo es Sawyer es resuelta y descarada. Desde muy joven , junto a su hermana, y tras la muerte de sus padres, han vivido muy libres y no se corta a la hora de coger en cada momento lo que quiere y dedicarse en cuerpo y alma a su gran pasión, la fotografía. La ausencia de lazos afectivos duraderos nunca ha sido un problema, hasta ahora, porque nunca ha sentido la necesidad de abrirse a nadie. De hecho, el muro que la rodea parece impenetrable y solo muestra una pequeña parte de ella misma a quien considera en cada momento y siempre con un fin.

Isaac es el amigo de Dawn que conoces en el libro anterior; un chico algo retraído, que tiene una forma de vestir muy peculiar y que se sonroja a cada momento. Su historia no está exenta de drama, relacionado con su familia y la necesidad que tuvo de estar a su lado durante un tiempo, lo que le impidió acudir a la universidad cuando le tocaba y aún hoy ese tema está sin resolver, por lo que Isaac tiene también que lidiar con ciertos conflictos cuando vuelve a casa. Esos sí, las escenas con la extensa familia de Isaac son muy sentidas y expresan mucho de cómo es él, cuáles han sido siempre sus motivaciones y preocupaciones pero también cómo se plantó en un momento dado para ponerse él en primer lugar.

Ambos se ven obligados a pasar tiempo juntos porque sus amigos se han juntado y salir de fiesta es un poco tortura para ambos, todos están emparejados menos ellos y una noche, en la barra de un bar, Sawyer ideará un plan que puede beneficiar a ambos. Escucha cómo unas chicas se meten con Isaac por su forma de vestir y eso le indigna muchísimo por lo que le propone que le ayudará a cambiar su aspecto, a mejorar la confianza en sí mismo y a hablar con chicas sin sonrojarse a cambio de que le deje fotografiar esa transformación para su trabajo final.

A simple vista estos dos personajes no tienen nada en común, pero les une esos prejucios que la gente tiene sobre ellos, esas etiquetas que les adjudican y que no tienen nada que ver con lo que son: ni Isaac es un chico tímido inexperto en relaciones ni Sawyer es una chica a quien le da igual todo. Ambos se protegen, y mucho, para evitar el daño que los demás puedan hacerles, pero, es verdad, que quien lo lleva más al extremo es Sawyer.

Las primeras escenas son muy divertidas, corresponden a la transformación física de Isaac, pasando tiempo juntos y conociéndose de verdad, lo que irá dando pie a muchas más situaciones donde ambos se cuentan su pasado, lo relacionado con sus familias y será entonces cuando, verdaderamente, puedan entrever el dolor que siente cada uno y todos sus miedos. Me ha gustado mucho la amistad que desarrollan pues aunque la atracción mutua es palpable, hasta bien entrada la novela no encuentras un acercamiento en ese sentido, todo está más centrado en ese conocimiento, esa amistad. Y, por otra parte, es también importante ese desarrollo más académico, las oportunidades que se le presentan a Sawyer para exponer su obra y encaminar su carrera.

Hay momentos verdaderamente duros, sobre todo relacionados con Sawyer y su pasado; se ha tenido que hacer a sí misma y un cambio en la vida de su hermana reabrirá viejas heridas y miedos que creía haber superado, y junto con los sentimientos que le provoca Isaac se verá superada en muchos momentos por esa sobrecarga emocional.

Reitero mi recomendación con esta serie, una auténtica montaña rusa con variedad de conflictos y perfiles de los protagonistas. Me tiene absolutamente ganada y me alegro muchísimo de que la sigan publicando; en febrero de 2020 llega la historia de Nolan, el profesor de escritura creativa y Everly, la hermanastra de Dawn. ¿Te has rendido ya al fenémeno Again?