Título: La mansión de los chocolates
Autora: Maria Nikolai
Género: narrativa romántica histórica
Editorial: Maeva
Sinopsis:
Una novela que te hará viajar desde
Stuttgart, la cuna de los chocolates en Europa, hasta el lago de
Garda de Thomas Mann y el Café Florian de Casanova en Venecia.
Stuttgart,
1903. Como hija de un próspero fabricante de chocolate, no parece que
el futuro de Judith Rothmann vaya a estar sometido a muchos sobresaltos.
Lo que se espera de ella es un buen matrimonio e hijos que aseguren la
continuidad familiar. Pero las previsiones son engañosas y el
destino, imprevisible. La aspiración de Judith es tener un rol
importante en la compañía, y casarse sin estar enamorada no entra en sus
planes. Mientras tanto, Hélène, su madre, cansada de una ciudad y un
marido que ahogan su espíritu libre y apasionado, sigue una cura de
reposo a orillas del lago de Garda. Allí descubre que todavía está a
tiempo de cambiar su anodina vida en Alemania por otra independiente y
libre en Italia.
Fúndete entre sus páginas y súmate a la aventura.
Para la presentación de este libro la editorial organizó una cata en una tiendecita donde elaboran bombones y otras delicias de chocolate de forma artesanal. Cuando en la novela se describían este tipo de procesos no podía evitar acordarme de esos momentos porque el olor, la textura, el sabor, son evocadores y el chocholate tiene un papel fundamental en el libro. Es motor de cambio y progreso y Judith sabe ver todas sus potencialidades aunque su padre tenga las miras más cortas y crea que su lugar estará en casa con la familia que forme.
El papel de la mujer es una de las cosas que más destaco de esta historia, el empoderamiento que intenta lograr Judith y que para su padre es impensable porque no quiere oír hablar de que su hija pueda heredar la fábrica. Él solo quiere casarla y solventar ciertos problemas económicos. Con lo que no contaba es con que su hija tiene más genio del que pensaba y un error de cálculo le llevará a tener que replantearse todo.
Judith adora ir a la fábrica de chocolates e innovar con nuevos sabores y formas de hacer bombones y otras delicias. Su madre hace tiempo que está en una clínica porque sufría de los nervios y es ella quien se ocupa, más o menos, de los mellizos Karl y Anton. La relación con su padre no puede decirse que sea mala pero no la tiene en cuenta para las deciciones importantes, si siquiera la tendrá en cuenta sobre la boda que se celebrará y en la que ella será la novia.
Willhem es un hombre bastante inflexible que ve cómo las mujeres de su familia están haciendo su voluntad fuera de sus límites. Su mujer parece no tener intención de poner fin a su retiro y su hija se resiste a casarse con el hombre que ha elegido para ella. Por si fuera poco, las cosas en la fábrica no van tan bien como antes, aunque la contratación de Víctor le da un pequeño respiro.
Víctor es una figura un tanto misteriosa, le excarcelan al principio de la novela y conoces muy poco de su pasado más allá de que estaba en una cárcel militar y que las acusaciones tenían que ver con un duelo. Cuando llega a Stuttgart dispuesto a labrarse un nuevo futuro, se tropezará con ciertos hermanos que ya estaban haciendo de las suyas y conocerá entonces a la familia Rotthman, dueños de la próspera fábrica de chocholates. Su afán de aprender e inquietud por las máquenas modernas le colocará pronto en una posición privilegiada en la fábrica y sus innovadoras ideas harán posible que el contacto con Judith sea más asiduo.
Esta novela está llena de momentos en los que no puedes parar de leer, su lectura no se hace pesada en ningún momento y, como te decía, al principio, el papel de la mujer es fundamental. La necesidad de ser libres para elegir, de ponerse a ellas mismas por delante, de dejarse llevar a veces sin pensar mucho en las consecuencias y sobre todo, hacer frente a las imposiciones que saben que las harán desgraciadas. La historia entre Judith y Víctor parece repentina pero se desarrolla a su propio ritmo porque él valora su cerebro, la alienta en sus ideas y le pide opinión. Además, hay una parte de misterio y tensión cuando un detective privado siga los pasos de Víctor y no conzcas sus intenciones, lo que puede ponerles en peligro en más de un sentido.
Tiene momentos muy divertidos con las travesuras de Karl y Anton, momentos de indignación y tensión por la decisión de un matrimonio concertado y forzoso, momentos muy bonitos entre la pareja protagonista mezclados con otros de desengaño y hasta llegar a un final donde todo se conecta y acaba como tiene que acabar. Cuando leas esta historia no olvides tener a mano un poco de chocolate, tu favorito, imprescindible para disfrutar al máximo del libro ;)
No tiene mala pinta pero por el momento no entra en mis planes de lectura.
ResponderEliminarSaludos
Aburridísima ,se me ha hecho eterna , personajes totalmente planos no he empatizado con ninguno no hay emoción alguna en la historia.No lo recomiendo.
ResponderEliminarPues a mí también me encantó!! ahora estoy con la segunda parte ya!!
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