Dulce despedida, David Nicholls

Título: Dulce despedida
Autor: David Nicholls
Género: narrativa romántica
Editorial: Umbriel
Sinopsis:
Durante un verano que va a cambiar su vida, Charlie conoce a Fran…
En 1997, Charlie Lewis es el chico que nadie recuerda en la fotografía del instituto. No le ha ido muy bien en sus exámenes. En su casa, se ocupa de su padre, aunque está seguro de que debería ser al revés, y, si piensa en el futuro, lo hace con cierto terror.
Hasta que Fran Fisher irrumpe en su vida y, muy a su pesar, Charlie empieza a tener esperanzas.
Pero si Charlie quiere estar con Fran, deberá aceptar un desafío que podría hacerle perder el respeto de sus amigos y que requerirá que se convierta en otra persona. Debe unirse a la Compañía. Y si la Compañía parece una secta, la verdad es aún peor.
Al parecer, el precio de la esperanza es Shakespeare.
Conmovedora, graciosa, encantadora y devastadora, Dulce dolor es una comedia trágica sobre el duro camino hacia la adultez y la confusión de la vida familiar, una celebración de la capacidad de reanimar que tiene la amistad y la explosión breve y ardiente del primer amor, al que solo se puede mirar una vez que la llama se ha apagado.

Cuantísimas ganas tenía de volver a leer a este autor. Ya hay varias novelas publicadas en España, de hecho, diría que todas menos una y mi favorita, de todos los tiempos es Siempre el mismo día. La portada de este nuevo libro es evocadora y con la sinopsis, tanto esta como la que aparece en la solapa del propio libro, me hice una composición de lo que podría ser la historia que después no ha cuadrado del todo, pero aún así sí puedo decir que es una historia sobre el amor en sus múltiples formas, sobre los problemas de la adolescencia, sobre madurar y sobre cómo puede cambiar la vida con pequeños gestos.

Charlie es un adolescente que tiene por delante todo el verano para hacer, básicamente, nada más que dormir, pasear en bici, estar con sus amigos y ocupar algunas horas con un empleo a tiempo parcial en la gasolinera. Acaba de terminar la enseñanza obligatoria y tiene claro que no hará bachillerato porque los exámanes no le salieron nada bien. Sin embargo, todos esos planes para los largos días estivales pronto se vuelven monótonos y comienza a pasar más tiempo solo y leyendo los libros de su padre. Uno de esos días, va hasta un terreno apartado para leer uno de esos libros y al despertarse de una pequeña siesta se encontrará con Fran, la chica que parece estar huyendo pero que solo está jugando.

Cuando conoce a esta chica se queda un poco en shock, es muy guapa y quiere conseguir su teléfono, pero no se atreve a pedíselo, por lo que la acompaña hasta una gran casa donde se reúne una compañía de teatro y sin saber muy bien cómo, se encuentra yendo al día siguiente para participar en ella.

Esta compañía, que ya había ido a su instituto para reclutar a chicos y chicas interesados en Shakespeare, resulta ser toda una fuente de entretenimiento, con juegos de expresión y ensayos, que irán ocupando sus días, primero por el interés en Fran y más tarde porque le apetece quedarse hasta el final aunque no sea muy bueno actuando.

Los problemas de Charlie son numerosos, la situación de su familia no es buena, su padre se encuentra en un estado depresivo por la pérdida de su negocio y el abandono de su mujer que hacen también mella en Charlie, por lo que estos problemas los tiene que sumar a la perspectiva del futuro más inmediato, qué hará cuando sus amigos y conocidos inicien el bachillerato y él se quede en el mismo sitio.

Hay una pequeña parte de la historia que se ubica en el presente, cuando Charlie ya es adulto. Está contando toda su historia y, sobre todo, aquel verano, a un persona importante, su pareja, y lo hace porque siente que tiene que revisar todo aquello antes de enfrentarse de nuevo a ese pasado para poder dar el paso definitivo en su presente.

Toda la historia tiene casi un tono iniciático, de adolescente que se enfrenta al amor por primera vez, a una pasión desmedida y correspondida pero que tiene que conjugar con una limitación de tiempo y de irremediable separación. La parte referida al teatro, con la representación de Romeo y Julieta, es entretenida y se aprecia una pasión por todo este mundo, reflejado como si estuvieras viendo una película. En general, el ritmo de la novela es pausado, prácticamente todo el libro lo cuenta Charlie y trata sobre aquel verano tan importante para él y más aún, todas las enseñanzas que extrajo, lo que supuso enfrentarse a su madre, ser consciente de la situación de su padre, cómo era la relación con sus amigos y ese primer amor que vivió. Te recomiendo muchísimo a este autor aunque he de decir que este libro, con esa cadencia en el ritmo y porque se centra casi exclusivamente en el pasadohe tenido la sensación de que faltaba algo para terminar de encantarme.