Título: Las mujeres de Winchester
Autora: Tracy Chevalier
Género: narrativa histórica
Editorial: Duomo
Sinopsis:
La joven Violet Speedwell parece inexorablemente destinada a una existencia como mujer soltera. La Gran Guerra le ha arrebatado a su prometido, como a otras mujeres que, con los soldados, han visto partir su posibilidad de contraer matrimonio. Solo tiene una salida: ahorrar lo suficiente para dejar la casa familiar y establecerse por su cuenta. Pronto llega a Winchester, una ciudad del sur de Inglaterra donde encuentra trabajo como mecanógrafa y el amparo de un grupo de mujeres: la comunidad de bordadoras de la catedral. Junto a ellas aprende que aunque la vida es efímera, los tejidos que crea con sus propias manos perduran y que, a veces, una sola hebra es suficiente para cambiar la trama de una vida. Tracy Chevalier regresa con la historia apasionante y atemporal de una mujer en busca de libertad en la Inglaterra de los años treinta.
Autora: Tracy Chevalier
Género: narrativa histórica
Editorial: Duomo
Sinopsis:
La joven Violet Speedwell parece inexorablemente destinada a una existencia como mujer soltera. La Gran Guerra le ha arrebatado a su prometido, como a otras mujeres que, con los soldados, han visto partir su posibilidad de contraer matrimonio. Solo tiene una salida: ahorrar lo suficiente para dejar la casa familiar y establecerse por su cuenta. Pronto llega a Winchester, una ciudad del sur de Inglaterra donde encuentra trabajo como mecanógrafa y el amparo de un grupo de mujeres: la comunidad de bordadoras de la catedral. Junto a ellas aprende que aunque la vida es efímera, los tejidos que crea con sus propias manos perduran y que, a veces, una sola hebra es suficiente para cambiar la trama de una vida. Tracy Chevalier regresa con la historia apasionante y atemporal de una mujer en busca de libertad en la Inglaterra de los años treinta.
Hoy quiero hablarte de una novela llena de personajes femenimos fuertes en una época en la que no era fácil ser diferente y la norma era rígida: la mujer debía casarse, formar una familia, cuidar de sus mayores y de sus hijos y ahí terminaba su vida. Pues bien, la protagonista, Violet, aunque un poco tarde, se rebela con acciones que pueden parecer poca cosa pero que la llevan a vivir la vida que desea aunque no fuera la soñada.
Violet es una mujer de mediana edad que se ha pasado la vida cuidando de su madre desde que su prometido y su hermano murieron en la Primera Guerra Mundial. Esto marcó, sin duda, a las mujeres de su generación, que se vieron sin novio o marido y con una escasez importante de hombres con los que emparejarse. Los años han ido pasando, su hermano pequeño se casó, ha tenido hijos, pero ella, que se acerca peligrosamente a los cincuenta, siente que debe al menos intentar tomar las riendas de su vida lejos de su controladora madre.
Así pues, se muda a Winchester, una pequeña ciudad donde la catedral es parte esencial de buena parte de su día a día y encuentra en el grupo de bordadoras voluntarias un oasis de calma y un grupo de mujeres con las que compartir su día a día. Este grupo se dedica a bordar reclinatorios y cojines para la catedral bajo las órdenes de la señorita Pesel, una mujer que ha recorrido mundo, amable e intuitiva que sabe ver en Violet alguien que necesita una finalidad. Le enseña, o más bien refresca, los conocimientos de bordado y comienza así una nueva rutina que complementa su jornada laboral como mecanógrafa, algo anodina, según su punto de vista.
Lss relaciones de Violet con los hombres han sido esporádicas y discretas; desde que perdiera a su prometido siendo tan joven, no ha encontrado a ningún otro hombre con quien quisiera tener nada, sin embargo, una día conocerá a Arthur, un campanero, mayor que ella, pero hacia quien siente que comparten una conexión. Ese breve encuentro le servirá para alimentar unas esperanzas que busca materializar, pero no será fácil, primero porque no viven en la misma ciudad, segundo, por la situación en la que se encuentra Arthur y tercero, por el férreo sentido del honnor que comparte la sociedad y todos sus ciudadanos, para quien un simple rumor puede dar lugar a consecuencias indeseadas.
Esta parte de la novela es crucial, cómo Violet a través de sus acciones, cada vez más libres, va rompiendo esas cadenas impuestas sobre su propia vida, así como con la relación de dos de sus amigas, prohibida a todo los efectos pero inevitable para ellas. Me ha gustado mucho cómo van generando esos lazos de amistad y cómo enfrentan a quienes les dan la espalda, poniendo por encima las necesiadades de unas y otras, en lugar de las habladurías malintencioandas.
La ambientación es deliciosa, unos años apacibles en Inglaterra, preludio de los momentos tan difíciles que les tocaría vivir en un futuro no muy lejano. Ese inicio de la década de los años 30 es para Violet y las mujeres de su generación una especie de limbo, años ya alejados de los hechos que rompieron su vida y los que precederán a más horrores que se llevaría por delante a hijos o sobrinos.
Como te decía, un canto a la libertad, a tomar las propias decisiones, a mantenerse firme anteponiéndose una misma por encima de las necesidades de los demás y un apoyo mutuo e incondicional entre mujeres frente a la ignorancia y los malos deseos de otros solo por el hecho de no seguir unas normas establecidas y pensadas para oprimir. Si te gustan las historias de época, con ambientación bucólica inglesa, con amores imposibles y con transfondo de crítica social, este es tu libro.
Un libro cómodo de leer. Una época que me llama la atención, esos años 30 de los que quizás no se habla tanto. y de fondo una catedral: buena ambientación. Saludos.
ResponderEliminar