Título: Mil besos prohibidos
Autora: Sonsoles Ónega
Género: narrativa contemporánea
Editorial: Planeta
Sinopsis:
A veces las casualidades se hacen cómplices de los deseos. Costanza y Mauro llevaban media vida esperándose hasta que un encuentro imprevisto en la Gran Vía de Madrid volvió a unir sus destinos.
Costanza, recién separada de su marido, abogada en un prestigioso despacho, tenía entre manos la defensa de un importante banquero, una circunstancia que le absorbía todas las horas del día. Mauro, el padre Mauro, acababa de volver de Roma para acometer un trabajo encargado por el arzobispado de Madrid.
Pese a sus circunstancias y con todos los vientos en contra, resucita la historia de amor que Costanza y Mauro vivieron veinte años atrás. Ahora deberán decidir entre dejarse llevar por sus sentimientos o resignarse ante sus contradicciones.
Autora: Sonsoles Ónega
Género: narrativa contemporánea
Editorial: Planeta
Sinopsis:
A veces las casualidades se hacen cómplices de los deseos. Costanza y Mauro llevaban media vida esperándose hasta que un encuentro imprevisto en la Gran Vía de Madrid volvió a unir sus destinos.
Costanza, recién separada de su marido, abogada en un prestigioso despacho, tenía entre manos la defensa de un importante banquero, una circunstancia que le absorbía todas las horas del día. Mauro, el padre Mauro, acababa de volver de Roma para acometer un trabajo encargado por el arzobispado de Madrid.
Pese a sus circunstancias y con todos los vientos en contra, resucita la historia de amor que Costanza y Mauro vivieron veinte años atrás. Ahora deberán decidir entre dejarse llevar por sus sentimientos o resignarse ante sus contradicciones.
Este libro es el segundo que leo de la autora y ya puedo decir que me tiene enamorada; si con Después del amor te adentraba en una historia basada en personajes reales con una ambientación cuidada de la época, aquí vas a vivir con la protagonista sus horas, días, años más bajos, pero también una ilusión que creyó desaparecida para siempre.
Constanza estrena trabajo en un prestigioso bufete de abogados madrileño defendiendo a un banquero en un asunto turbio de jubilaciones infladas; toda su vida profesional ha trancurrido en los juzgados, pues era fiscal, pero tras una serie de cambios en su vida decidió que necesitaba alejarse de aquello que conocía. Es una mujer que ha sufrido mucho en la vida, ha sentido el dolor más grande que puede sentir una madre y como hija, aunque su vida siempre ha sido fácil y apacible, sus últimos años con su padre y su madre le han supuesto todo un reto.
El libro arranca con el encuentro, totalmente inesperado, entre Constanza, que se dirige a una cita con su cliente, y Mauro, amigo de la infancia y mucho más, quien tomó otro camino lejos del que se suponía iba a trazar juntos.
Porque aquí, uno de los grandes conflictos es que Mauro es el padre Mauro, sacerdote católico que acaba de llegar de Roma, donde ha hecho carrera, para encargarse de un misterioso asunto por el que el arzobispado le ha reclamado pero del que no sabe mucho. La vida de este hombre, de familia acomodada pero no tanto como la de Constanza, siempre fue sencilla y el amor de juventud con Consanza lo llenaba todo; sus años adolescentes fueron idílicos, pero con el paso de los años y el destino del padre de su novia, que era diplomático, corrían el riesgo de separarse para siempre. La decisión de entrar en el seminario es un punto de inflexión en su vida y conocer las razones te deja completamente en shock.
Esta novela no es solo una historia de un amor prohibido, es una historia sobre las decisiones que llevan a los personajes a tomar ciertos caminos, sobre las lealtadaes familiares y morales, sobre el amor puro de juventud que queda latente pero que es más fuerte que la voluntad, sobre enfrentar la fe al amor humano; también plantea algunos dilemas que tiene que resolver Constanza y que tienen que ver con su familia, así como el dolor, la pérdida y el duelo.
En un Madrid actual, entre calles del centro y de los barrios ricos, hasta un paraje idílico a orillas del lago Como, con una prosa delicada y lírica, no vas a poder despegarte de las hojas que componen la historia de Constanza y Mauro. Sus encuentros son sutiles y llenos de matices y hay tensión desde el principio hasta el final. Te la recomiendo muchísimo.