Autores: Manel Loureiro
Género: thriller
Editorial: Planeta
El hallazgo del cadáver de una joven, asesinada mediante una antigua forma ritual a los pies de la mítica Puerta de Alén, desconcierta a sus investigadores. La agente Raquel Colina es una recién llegada a ese rincón perdido de Galicia para tratar de salvar a su hijo, al que la medicina ya no puede curar. Sin otra alternativa, y llena de dudas, Raquel había recurrido a una menciñeira local, que prometía su sanación.
Sin embargo, la misteriosa desaparición de la curandera y el
descubrimiento de la víctima de la Puerta hacen sospechar a Raquel que
ambos casos pueden estar relacionados. Con la complicidad de su
compañero, en un ambiente mágico y rural que no acaba de comprender y
donde todo el mundo parece guardar un secreto, la agente comenzará una
desesperada cuenta atrás para resolver el caso y así hallar la última
tabla de salvación que le queda a su hijo.
Como cada historia de Manel ha cumplido con las expectativas que tenía en ella: me ha atrapado, ha ido hilando cada trama y me ha envuelto en la atmófera de folklore ancestral de una Galicia oculta y despoblada que, por momentos, me ha dado hasta escalofríos. Si estás pensando en una lectura para este mes tan propicio para los thrillers con toques de misterio y gotas paranormales, no lo pienses más y adéntrate en La Puerta.
El libro arranca con dos operarios de un parque eólico en una zona rural de Galicia, apartada de todo, quienes tienen que encargarse de reparar uno de los molinos en medio de una fuerte tormenta. La lluvia, los truenos y la niebla no les abandonan y el hallazgo de un cadáver tiene consecuencias nefastas para uno de ellos. Esa muerte presenta ciertos tintes rituales que hace pensar en un asesino en serie, pero el caso irá más allá de cuestiones tan actuales cuando Raquel Colina comience a investigar.
Esta mujer es una madre desesperada por salvar a su hijo. Detrás de esta definición se encuentran otras como que está separada o es una agente de la Guardia Civil en un puesto muy definido, pero todo eso, como digo, queda relegado a un segundo plano cuando la vida de su hijo está en juego. Enfermo desde hace tiempo, la medicina moderna no le da más soluciones y recurre a la tradición gallega con la esperanza de revertir la situación. A pesar de lo escéptica que es en estas cuestiones, pide el traslado al primer puesto disponible y se traslada con su hijo para que la curandera haga su trabajo.
Sin embargo, lo que se suponía que iba a ser un tratamiento largo que comenzaría inmediatamente, no puede ni llegar a iniciarse porque en la dirección que le dio la curandera no vive nadie y parece que la casa está abandonada desde hace mucho tiempo. No tiene más remedio que incorporarse a sus nuevas funciones, un puesto tranquilo donde lo más animado de la jornada puede ser una disputa entre vecinos o una cabeza de ganado a la fuga. Tanto su compañero como su superior le dan una cálida bienvenida, pero el hallazgo del cadáver de la joven en lo alto del monte Seixo coincide con su llegada y puede aventurar que no todo será tan tranquilo como pensaba.
A lo largo de toda la novela estás en tensión, creo que este es el estado que mejor define lo que vas sintiendo conforme Raquel avanza en su investigación y va atando cabos. La historia que rodea al monte, la forma en que encuentran el cadáver, la cuenta atrás que pende sobre su hijo y todo lo que va viendo y oyendo hacen que te metas de lleno en esa atmófera casi asfixiante donde la lluvia es una constante y lo que perciben los sentidos puede no ser la verdad en todas las situaciones.
Me ha gustado mucho cómo esta madre lucha cada instante por su hijo, aún a costa de muchas cosas que daba por sentado, en las que creía, pero todo pasa a un segundo lugar cuando hay una pequeña posibilidad de salvarle. Por otro lado, la mezcla de leyendas ancestrales, de tradiciones, con el mundo moderno, la realidad de una tierra que va despoblándose a pasos agigantados y donde los medios tecnológicos y humanos están muy lejos de los que tienen en las grandes ciudades están conseguidos a la perfección, haciendo más agobiante si cabe la situación de la protagonista.
La historia es muy cinematográfica y la leerás en un suspiro. Como te digo, genial para este mes de octubre, que parece que apetecen más historias con tintes de misterio y terror. He de confesar en más de una ocasión he pasado un poquito de miedo, pero es ese miedo que te hace seguir y seguir leyendo hasta saber qué está ocurriendo... ¿Preparad@ para adentrarte en La puerta?
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