Autores: María Martínez
Género: romántica paranormal
Editorial: Titania
William es uno de ellos, un vampiro temible y letal. El único de su especie inmune al sol. Ese don lo convierte en un ser especial. En la esperanza que su raza necesita.
En la llave que los renegados persiguen para liberarse de su maldición.
Un pacto.
Un secreto.
Una venganza.
No es fácil librarse de las tinieblas cuando forman parte de tu alma.
¡Los vampiros han vuelto con fuerza! Y yo que me alegro porque el subgénero paranormal dentro de la romántica me encanta por todos los elementos que pone en juego: amores imposibles, batallas épicas entre el bien y el mal, cuestiones morales, lealtades y traiciones... vamos, todos los ingredientes necesarios para no poder parar de leer. Con esta trilogía de María Martínez, los vampiros y hombres lobo se unen contra aquellos miembros de sus respectivas especies que no cumplan con las normas del pacto establecido hace mucho tiempo por lo que las escenas de lucha y tensión están servidas.
El prólogo de este libro ya te deja con muchas ganas de continuar, el William del siglo XIX que se enfrenta a su mayor temor y tiene que tomar una decisión cuyas consecuencias le perseguirán aún hoy; además, una magnífica escena con Daniel, su mejor amigo y hombre lobo marca lo que serán las dinámicas en esta especie y el código de honor por el que se rigen todos. El salto a la actualidad viene marcado por la normalidad porque William va camino de la casa de Daniel y su familia para pasar un tiempo, espera, relajado y alejado de la búsqueda y la tensión con la que vive constantemente.
Este hombre, de aspecto joven pero alma vieja, es único en su especie por sus pecualiaridades, lo que le ha valido una persecución constante por parte de aquellos que quieren lo que suponen que él posee. Pero no todo podría ser tan normal y tranquilo como suponía, pues en su trayecto hacia la casa de su amigo no podrá pasar por alto a una chica que parece necesitar ayuda en una noche de tormenta.
Kate siempre ha sido algo patosa, por lo que torcerse un tobillo en plena tormenta de camino a casa entra dentro de lo normal. El que se pare un desconocido a ayudarla y que no le dé mal rollo, no tanto, pero permite que la acerque a casa de su amiga para recomponerse, antes de volver a la suya y no preocupar a su abuela. Kate ha vivido siempre en la pequeña localidad donde se afincaron hace un tiempo Daniel y sus hijos, uno de los cuales va a su instituto y, de alguna manera, congenia a la perfección con su amiga Jill; con lo que no contaba era con ver a William más de la cuenta y que desee que esos encuentros se repitan aunque él parezca esquivarla.
La posición de William no es fácil porque tiene que luchar contra él mismo y su sed constante, a la vez que siente una fascinación cada vez mayor por Kate, hecho que podría resultar peligroso si sus enemigos llegan a conocer esa debilidad suya. Ciertos movimientos y rumores ponen a todos en alerta, esperando que quienes les acechan se dejen ver, pero la batalla parece inevitable cuando está en juego la libertad máxima para los vampiros: conseguir la inmunidad ante el sol.
Hay varios elementos que me han intrigado mucho: el papel de Samuel, hermano de Daniel, con quien William tiene una conversación de lo más reveladora y que dice mucho de su pasado en común y de un futuro poco esperanzador; el papel que jugará Kate en relación con el desarrollo de William, cómo hace que recupere parte de su humanidad, con las ventajas y desventajas que eso puede conllevar; y la relación entre Jill y Evan, uno de los hijos de Daniel, la cuál ha ido creciendo y donde ella ha tenido que gestionar todo un mundo nuevo que creía solo podía existir en la ficción.
Lo cierto es que muy difícil innovar en este subgénero. Sí he encontrado puntos originales y otros, que siendo ya conocidos porque marcan, en cierta medida, lo que se espera de este tipo de historias, están bien llevados y te hacen querer seguir leyendo y saber qué pasará en los siguientes libros porque, desde luego, este final es de infarto. En ocasiones, sí que me ha parecido que se repetían ciertas dinámicas entre William y Kate sin aportar elementos nuevos a su relación, pero, en general, y sobre todo si no has leído mucho de este género, te lo recomiendo porque entonces todo te sorprenderá. Lo que sí aprecio es la narración fluida de la autora que te hace meterte de lleno en su mundo. Por mi parte, muchas ganas de continuar con la trilogía y ver qué ocurrirá con todos estos personajes.
¡Hola! Como dices, es muy complicado innovar en este género y creo que mi época de leerlo ya pasó. Me alegro que te haya gustado. ¡Muchas gracias por tu reseña!
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Lo tengo pendiente pero quiero esperar a que esten los tres publicados.
ResponderEliminarSaludos