Autores: Bebi Fernández
Género: narrativa contemporánea
Editorial: Planeta
Mientras todo ocurre, el amor y la amistad parecen ser más difíciles de comprender que nunca. Abrir el cajón donde guardaba las piezas de ajedrez no será fácil, pero Kassandra Fernández ya no es solo una joven valiente y necesitada de conocer su destino, sino una salvaje mujer dispuesta a ganar la partida —o quizás no.
Reina, el esperado desenlace de Memorias de una salvaje, es más que un thriller. Es un desafío a toda la sociedad.
Si Memorias de una salvaje me pareció un relato crudo pero absolutamente necesario sobre la brutalidad que los hombres ejercen sobre las mujeres y la valentía necesaria para plantar cara a todo un mundo de horror, esta continuación de la vida de Kassandra viene a corroborar que era imperativo saber cómo resuelve esta joven todos los flecos sueltos y si consigue una vida sin tener que estar mirando constantemente por encima de su hombro.
El inicio no puede ser más actual porque arranca en plena pandemia mundial, años después de que se cerrara el primer libro. Kassandra ha vivido fuera y ha escrito su historia y la de todas las mujeres a las que conoció, esas mujeres a las que secuestraron de su propia vida y que formaban parte del entramado criminal que habían creado mafias organizadas para lucrarse y alimentar su poder. La pausa que supuso el confinamiento en España en muchos aspectos de la vida de la gente, fue el detonante que hizo a Bilma hacer ver a Kassandra que tenían que dar con la forma de derrotar definitivamente al Rey de Corazones. El plan que le plantea no la convence en absoluto, pero el movimiento que hacen sus rivales hace que ella se ponga en marcha y comience a calcular la partida final.
El camino hasta ahora no ha sido nada fácil, pero enfrentarse a una de las organizaciones más peligrosas y violentas sin más apoyo que su inteligencia y sus amigas incondicionales va a ser una de las cosas más difíciles que hará nunca. Enfrentarse también a su propia identidad forma parte de este viaje porque las revelaciones que ocurrieron en el libro anterior siguen teniendo repercusión años después. Quién es la verdadera Kasandra, qué está dispuesta a hacer para acabar con su padre, qué dejará atrás de sí misma para salvar a más mujeres de una vida de explotación son incógnitas que irás viendo cómo se resuelven a lo largo del libro.
De nuevo, con una narración llena de matices y simbolismo, te enfrentas a una realidad que está ahí, que no puedes dejar de leer aunque sea incómodo. Por eso decía al principio que sigue siendo necesario saber, una realidad que viven miles de mujeres en todo el mundo y que ahí, la amistad inquebrantable hace avanzar hacia el camino de la destrucción de estas mafias, la sororidad entre todas ellas con pequeños y emocionantes gestos que significan un mundo hacen que se vayan dando pequeños pasos hacia la libertad.
Kassandra tendrá que recurrir a viejos conocidos para poner en marcha su plan como a su padrino, y retomará el contacto con Ramsés, su instructor de defensa personal años atrás y que será clave en muchos momentos; conocerá a otros hombres poderosos a los que tendrá que convencer para poner de su lado y sobre todo, tenderá finos hilos que la unirán a mujeres de muy diversa procedencia pero que tienen en común un fuego interior que nadie podrá apagar.
La vida que querría llevar Kassandra, una vida normalizada, tiene que esperar hasta que finalice el último movimiento, el que derrocará al rey o el que le dará a ella el jaque mate... ¿quién crees que ganará?
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