jueves, 13 de mayo de 2021

Un marido inventado, Julia Quinn

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Título: Un marido inventado (#2 Rokesby)

Autores: Julia Quinn
Género: romántica histórica
Editorial:Titania
Sinopsis:
 
Con su hermano Thomas herido en el frente de batalla y habiendo perdido a sus padres, Cecilia Harcourt tiene dos opciones no demasiado halagüeñas: mudarse junto a una tía soltera o casarse con un primo de mente retorcida. En lugar de eso, elige la tercera opción, y cruza el Atlántico dispuesta a cuidar de su hermano hasta su recuperación. Pero, tras una semana de búsqueda, no encuentra a Thomas, sino a su mejor amigo, el apuesto oficial Edward Rockesby. Está inconsciente y necesita urgentemente de sus cuidados, y Cecilia promete salvar la vida del soldado, aunque quedarse a su lado implique decir una pequeña mentira…

Cuando Edward vuelve en sí, está bastante confundido. La contusión en su cabeza le ha hecho perder la memoria de los tres últimos meses, pero sin duda recordaría haberse casado. Sabe quién es Cecilia Harcourt –aunque no recuerde su cara– pero, cuando todo el mundo se dirige a ella como su esposa, concluye que debe de ser cierto, aunque él siempre había pensado que se casaría con su vecina en Inglaterra.
 


Edward Rokesby, segundo hermano tras George, ha dado bastante juego porque la acción se traslada a América, más concretamente a Nueva York, donde está destinado con el ejército y donde despierta para encontrarse casado con la hermana de su amigo: hay lío del bueno! Esta nueva serie de Julia Quinn, que comenzó con Por culpa de Miss Bridgerton, sigue dando momentos de carcajadas y otros de intensidad muy bonita. Aquí se medirán Cecilia Hancourt, una muchacha que lo arriesga todo por buscar a su hermano y Edward Rokesby, todo un caballero que parece encontrar justo lo que busca de la manera más inesperada.

 

Comienzo con Cecilia y es que es ella quien emprende un viaje peligroso para cuidar de su hermano, pues recibe una carta diciendo que está herido, pero cuando llega a Nueva York, resulta que ha desaparecido. Cuando se entera de que el capitán Edward Rokesby, amigo y compañero de su hermano, está en el hospital, no duda en ir a cuidarle, pero claro, solo la familia puede acceder, por lo que decir que es su esposa era solo una mentirijilla que le permitiría cuidar de él. Sin embargo, cuando despierta y no recuerda nada de las semanas anteriores, ni siquiera que se casó, y el médico le recomienda que no tenga sobresaltos, Cecilia no puede contarle la verdad y la mentira se va haciendo cada vez más grande.

 

Para alguien como Edward, perder la memoria es nefasto, no sabe dónde estuvo antes de despertar en el hospital, lo crítico que es su superior, no saber qué le ha ocurrido a su amigo Thomas, todo se junta para generarle una gran frustración. Lo que le produce consuelo y alegría es que está con Cecilia y es que no le es tan desconocida porque la multitud de cartas que se intercambiada con su hermano le valieron a él para apreciarla y sentir cosas por ella que nunca imaginó. Cuando la ve al lado de su cama y afirma ser su esposa, al principio, se paraliza, pero poco a poco se va dando cuenta de que en parte la conocía por esas cartas y si ya le gustaba entonces, ver en vivo cómo se desenvuelve, sus rápidas respuestas y las muchas reacciones físicas que le despierta, piensa que no está tan mal eso del matrimonio.

 

La situación que viven no es todo buenos momentos, hay algo que no le dicen a Edward sobre donde estaba ni qué estaba haciendo, al igual que el paradero de Thomas, lo que complica la situación de Cecilia porque si no vuelve con su hermano a Inglaterra, su odioso primo herederá su casa y pretende casarse con ella también. El tiempo que pasan juntos, donde ella tiene que fingir que son marido y mujer, hace que le vaya conociendo mucho más porque ella también esperaba con ansias las cartas de su hermano porque también, con el tiempo, contenían líneas escritas por Edward.

 

Cecilia tiene unas salidas muy divertidas, no deja de comportarse como cree que será lo mejor para Edward, siempre teniendo presente que debe encontrar a su hermano, pero en ocasiones no pudiendo resistirse al hombre que tiene al lado y a la situación en la que ella misma se metió. Por su parte, Edward, me ha parecido muy serio, aunque por lo que parecía en el anterior, era un poco cabra loca junto con Andrew y Billie, pero ya de adulto, y con el asunto de su memoria y sus esfuerzos por recuperarla, me ha parecido un tipo serio, pero atento y caballeroso con Cecilia. Destaco una escena muy divertida que involucra una fresa y no precisamente en tono romántico, y la de un beso desprevenido que les pone a ambos del revés.

 

Con muchas ganas del siguiente libro, el de Andrew y, de nuevo, una Bridgerton involucrada, lo que no puede dar lugar más a que momentazos épicos. Te recuerdo que estos libros, al igual que los Bridgerton, son autoconclusivos, el único spoiler que puedes tener si los lees desordenados se refiere a lo bien avenidos que está la pareja protagonista anterior, lo que en realidad, no es un gran spoiler ;) Y tú, ¿ya te has enganchado a los Rokesby?

1 comentario:

  1. Hola, veo reseñas de Julia Quinn por todo lado jajaja ya me dieron ganas de leer sus libros.

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