Autores: Silvia Ferrasse
Género: romántica contemporánea
Editorial: autopublicado
Es suerte y riesgo.
Encontrarme con Susana fue suerte, sin duda.
Fue la pintura, fue Sorolla, fueron las flores, fue Louis Armstrong y fue su luz. Esa preciosa luz que irradia sin darse cuenta.
Pero, como os he dicho, la vida también es riesgo. Y yo escogí arriesgar para intentar alcanzar mi sueño.
Un tren, una maleta y seiscientos kilómetros de distancia.
Porque hay veces en las que el pasado hace demasiado ruido, tanto que te impide escuchar al presente, a esa canción, a esa voz, a esa persona; te impide ver la luz y solo quedan sombras.
Mi sombra.
Esperadísima continuación de Mil primaveras en una casa vacía y ya está aquí! Empezaste la primevera conociendo a Susana y Roi y su historia continúa en el final de esta estación y de qué manera porque los cambios laborales y las cuentas pendientes con el pasado les pesan a ambos y su relación, aún en sus primeros momentos, se resiente.
Comienzo hablando de Susana, que está feliz por el ascenso aunque se plantea ante ella todo un reto porque tendrá que trabajar con un tipo odioso que se cree por encima de todos y no dudará en hacérselo saber. El ambiente en la oficina de la agencia de publicidad sería agradable si no fuera por él y su esbirro, pero verás cómo sale Susana de cada una de las situaciones que se le presentan. En cuanto a su madre, están enfrentándose ambas al jucio contra su padre, hecho que removerá todo ese pasado y que la afectará, inevitablemente, en el presente.
Roi también afronta nuevos cambios como diseñador; la aceptación del puesto de trabajo en una editorial en Barcelona le aleja físicamente de la familia que había empezado a construir en Madrid, pero también le alejará emocionalmente de todos los que se preocupan por él. La distancia y la presión laboral hacen que sea cada vez más difícil mantener el norte y las situaciones que vivirá Roi son de los más angustiosas. Es verdad que su hermana Isabela y su madre estarán apoyándole, pero su hermana Adara es otro asunto, fiel reflejo de cómo era su padre, tendrán mucho que hablar para darse cuenta de en qué punto están y cuánto daño pueden hacerse si no aclaran lo que están sintiendo.
Susana y Roi, sin duda, viven momentos muy dulces al comienzo de la novela, cuando continúan la dinámica que tenían cuando compartían piso y habían comenzado algo, pero la falta de comunicación en cuanto a qué son y ese peso del pasado de ambos, de la situación de maltrato del padre de Susana hacia esta y una promesa que lastra a Roi desde hace demasiado tiempo hacen que vayan avanzando por un campo minado donde todo puede saltar por los aires en cualquier momento.
Las amigas de Susana siguen apareciendo y Silvia va dejando algunas perlitas a las que tienes que estar muy atenta porque alguna pista de sus historias deja! Verás el fangirleo que nos espera. Esta bilogía ha mostrado una superación personal importante en el personaje de Susana, pero también en el de Roi, porque tener un sueño laboral no quiere decir que no puedas cambiarlo en algún momento o te desvíes del camino porque, al final, lo importante es sentirse bien con uno mismo y si la consecución de ese sueño no te hace feliz, hay que dejarlo ir; hay mucho de familia y amigas, mucha comprensión incondicional y la evidencia del peso de las expectativas, que puede ser insuperable. Una historia de amor real, cercana, sana, con muchos elementos dinámicos y que engancha desde el princpio hasta el final.