Anna K., Jenny Lee

Título: Anna K.
Autores: Jenny Lee
Género: new adult
Editorial: Planeta

Sinopsis:

A los diecisiete años, Anna K., una joven de origen coreano, tiene una vida de ensueño: es una de las chicas más populares de Manhattan, tiene un novio perfecto (aunque quizá algo aburrido) y unos padres que siempre han estado orgullosos de ella. Todo cambiará cuando conozca a Alexia Vronsky, apodado «el Conde» por su fama con las mujeres.

Mientras tanto, Steven y Lolly, el hermano de Anna y su novia, intentan superar una infidelidad. Y el amigo de Steven, Dustin, está locamente enamorado de Kimmie, hermana pequeña de Lolly, que lucha por volver a su vida normal, después de que una lesión descarrilara su carrera de patinadora.

Una novela irresistible al más puro estilo Gossip Girl que revisa el clásico de Tolstói Anna Karenina.

Todas las adolescentes son iguales, salvo cuando tienen el corazón roto.

Revisar un clásico siempre es un riesgo porque muchas personas conocen la historia y parece que no se va a aportar nada nuevo, sin embargo, si se hace bien es una manera perfecta de acercar textos de otras épocas a la actual y disfrutar con la esencia de cada personaje y cada escena porque desgraciadamente, en materia de prejucios y doble moral, estamos lejos de que Anna Karenina de Tolstoi esté obsoleta. Aquí vas a encontrar una élite neoyorkina al más puro estilo Gossip Girl, por lo que si te gustó la serie vas a disfrutar este libro, pero también vas a encontrar todo el drama que hay en el libro original con un más que interesante giro inesperado.

 

Anna está al borde de la mayoría de edad pero desde hace varios años mantiene una relación con Alexander W., el mejor partido de Greenwitch. Adora vivir casi en el campo, con sus perros y disfruta de las cosas sencillas a pesar de que sus padres tienen mucho dinero. Si hay una palabra que puede definir su vida es estabilidad. El viaje a Manhatthan para arreglar el desastre que ha organizado su hermano con su novia supone un punto de inflexión porque en la Estación Central conocerá a Vrosky, un joven rompecorazones cuya única ocupación conocida es divertirse. Sufren ambos un auténtico flechazo (como en el libro original, así que cero sorpresas) y arranca así toda una odisea porque Anna tiene novio pero Vrosky no parece querer darle cuartel para que admita los sentimientos que, está seguro, son tan intensos como los suyos.

 

El lío que ha organizado su hermano Steven es que ha sido infiel a su novia, Lolly, y esta está tan en shock que se encierra en la habitación de los padres de Steven y Anna, por lo que esta tendrá que ejercer casi de psicóloga y ver si puede hacer que le perdone si realmente está enamorada de su hermano y a este, hacerle saber que lo que ha hecho está mal, arrancándole la promesa de que se comportará en el futuro.

 

A estas dos tramas se une mi preferida, la de Dustin, amigo de Steven y profesor particular y Kimmie, hermana de Lolly. Dustin es un chico fantástico, resposable y perdidamente enamorado de Kimmie, solo que esta, más joven y con muchos pájaros en la cabeza, tiene un sueño organizado en su cabeza donde es la novia de Vrosky. Ese sueño se viene abajo cuando ve la dinámica y la química que hay entre este y Anna y, por su pasado reciente, sufre una especie de crisis que la llevará a convertirse en una nueva Kimmie con las cosas mucho más claras.

 

Como te decía al principio, el doble rasero por el que se miden las infidelidades de hombres y mujeres está muy patente en todo el libro: cuando los hombres cometen un desliz es porque lo necesitan y no tiene importancia siempre que no salga a la luz, pero cuando son las mujeres quienes no son fieles, el oprobio cae sobre ellas. El ambiente de lujo y excesos está presente también como un elemento que da la posibilidad a los personajes de ser ellos mismos excesivos y, desde luego, todas sus emociones son llevadas al límite. La presión de los padres sobre sus hijos adolescentes es también muy grande, sobre todo de cara al qué dirán. En el caso de Steven y Anna, su padre es coreano y les ha inculcado buena parte de los valores de su cultura, valores como el honor, el esfuerzo, la exigencia en cada cosa que hagan, lo que hace que sufran al no poder cumplir las expectativas tan altas.

 

Hay drama, mucho, y alguno totalmente inesperado pero que hace que cambie de rumbo totalmente la historia. Anna es un personaje que no cae mal aunque la historia tan apasionada con Vrosky se entiende como experimentar esa libertad que necesita en su adolescencia; sin duda, Kimmie ha sido el mejor personaje, la evolución es brutal, su autoconocimiento, el trabajo en ella misma y su felicidad y cómo se aclara el camino ante ella. No sé si sabrás, pero esta historia es una bilogía y sí, yo ya he leído la sinopsis del segundo en GoodReads y ¡madre mía, lo que se avecina! Espero que también lo publiquen aquí porque el salseo, el drama y los líos de la alta sociedad neoyorkina no han acabado.