Autores: Zakiya Dalila Harris
Género: narrativa contemporánea
Editorial: Umbriel
La joven asistente editorial Nella Rogers está cansada de ser la única empleada negra en Wagner Books. Harta del aislamiento y las pequeñas ofensas, no puede evitar entusiasmarse cuando una nueva compañera negra, nacida y criada en Harlem, empieza a trabajar en el cubículo de al lado. Sin embargo, pronto una serie de incómodos acontecimientos convierten a Hazel en la predilecta de la oficina, y Nella es relegada a un segundo plano.
Entonces empiezan a aparecer notas amenazantes en la mesa de Nella: «VETE DE WAGNER. AHORA.»
Es difícil creer que Hazel esté detrás de esos mensajes hostiles. Pero cuando Nella empieza a obsesionarse con las siniestras fuerzas del juego, pronto se da cuenta de que está en riesgo mucho más que su carrera.
Con este libro he ido algo a ciegas porque cuando el editor dijo de él en la presentación de las novedades que hizo por redes sociales que estaba ambientado en el mundo editorial no quise saber más, me suelen gustar este tipo de libros. Así que lo comencé sin releer la sinopsis y me atrapó porque los capítulos del pasado son bastante desconcertantes y mantienen el misterio hasta el final. Una maestría increíble para desarrollar esta historia que casi roza la distopía pero que te presenta de forma tan paulatina que te la crees sin remedio. Me ha hecho pensar, atar cabos y me ha mantenido en tensión, con un final de película, he de añadir, ¿qué más se puede pedir?
Nella es una joven que lleva dos años trabajando de asistente para una editora en una prestigiosa editorial. Podría decirse que ha cumplido su sueño, al menos está en el buen camino porque el libro que marcó su adolescencia fue publicado por Wagner Books y ahora ella forma parte de esa familia. Las muchísimas horas que le dedica no parece que en un futuro cercano vayan a procurarle un ascenso, pero ella no desiste y tiene a su novio, Owen, y a su amiga, Malaika para apoyarse en ellos cuando el estrés la desborda.
¿Cuál es otra de las peculiaridades de Nella? Que es negra, es la única que hay en su oficina, la única persona negra en toda la editorial, y esto es algo extentendido en este mundillo, por lo que a pesar de haber tenido momentos de querer luchar para que las cosas cambiaran, estar sola frente a todo lo demás, la tradición y las pocas ganas de los compañeros de apoyarla han hecho que ella también se acomode. Todo cambia cuando un día de agosto otra de las editoras contrata a una asistente, Hazel, otra chica negra.
El mundo de Nella comienza a cambiar y no sabe si es a mejor o no porque, por un lado, quiere ver en Hazel a una aliada, ya no está sola, pero por otro, hay algo en ella que hace que no termine de fiarse, lo que la lleva a sentir culpable por ese ataque, aunque sea en su cabeza, a una hermana. Estas primeras semanas que pasan juntas vas viendo esos retazos de conversaciones, miradas, interacciones con los compañeros, y vas sintiendo por Nella cierta empatía y comprensión porque parece que la recién llegada le está quitando todo lo que ella ha ido consiguiente.
Hazel llega a la editorial con toda la energía del mundo, quiere aprender, quiere hacer grandes cosas, pero todo desde una posición más liviana que Nella porque ella no tiene el peso acumulado de años de aguantar muchas cosas. Sin embargo, tanta jovialidad parece esconder algo, sobre todo cuando trata con tanta familiaridad a la jefa de Nella y cuando parece ganarse a los compañeros en tiempo récord; ¿realmente Hazel tiene una agenda oculta?, ¿o lo que siente Nella es pura envidia?
El punto de thriller lo aporta las notas que recibe Nella, anónimas, que si bien pueden parecer amenazantes al principio, van cambiando hacia algo muy diferente porque, sin pretenderlo, está acercándose a algo muy turbio y siniestro que puede hacer que todo dé un vuelco, poco a poco pero sin posibilidad de retroceso.
Como decía al principio, hay intercalados varios capítulos en pasado, en la década de los 80, protagonizados por la autora y editora negras que revolucionaron el mundo editorial con un libro que incluso estuvo prohibido en algunos años de políticas conservadoras; capítulos protagonizados por Shani, un personaje que ha pasado por su propio infierno personal pero que no desiste en poder destapar el escándalo que aún se le escapa y, por fin, los capítulos en el presente de Nella. Vas uniendo piezas del puzle a medida que avanzas, si algo me ha gustado de este libro es que vas dando vueltas a la historia cuando no lo estás leyendo porque nada es obvio, todo el muy sutil y cuando llegas al final, flipas muchísimo.
A pesar de que el ambiente editorial neoyorkino debe ser muy diferente a cualquier otro, sabiendo que la sociedad americana, en cuestiones raciales, también es muy particular, Nella tiene algo que trasciende y puedes extrapolarlo a muchas otras situaciones donde hay segregación o discriminación. La posición inestable de una persona que tiene que trabajar el doble por una característica física es demencial, pero sigue ocurriendo, cómo su entorno laboral no ve que se dan esas diferencias es, en cierto modo, negar su existencia, lo que hace que no pueda hacerse nada para eliminarlas. Hay muchos ejemplos en este libro y cómo la protagonista, a lo largo de su vida, que tampoco es comparable a toda la población negra, ha vivido tratando de integrarse en círculos blancos.
Muy entretenido, con toques de suspense, con una trama casi de película donde la maldad es muy sutil pero llega un momento que está por todas partes y la resolución de todo es aterradora. No puedo decir aquí a qué películas me ha recordado para no condicionar, pero en cuanto sepáis de qué va todo, pensaréis en ellas.
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