Autores: Paloma Sánchez-Garnica
Género: narrativa histórica
Editorial: Planeta
Cuando Yuri Santacruz asistió al nombramiento como canciller de Adolf Hitler, no podía imaginar lo mucho que cambiaría su vida en Berlín. Había llegado allí unos meses atrás, después de haber huido, junto con parte de su familia, de San Petersburgo, asfixiados por una revolución que los había dejado sin nada. A Yuri también lo privó de su madre y su hermano pequeño, a quienes las autoridades rusas no permitieron la salida del país.
Ya en Berlín, su sentido de la justicia lo impulsará a defender a un joven comunista agredido por las tropas de asalto de Hitler. Ese día, además, conocerá a su gran amor, Claudia. Su vida dará un giro inesperado, y la que hasta entonces había sido su máxima prioridad, buscar a su madre y a su hermano, será sustituida por otra más urgente en esos tiempos convulsos: seguir con vida.
Una gran historia de amor y guerra, de lucha y supervivencia. Una delicia narrativa.
Cuando el amor y la esperanza son más poderosos que el odio y la furia.
Impresionante historia de Paloma con la que quedó finalista del último Premio Planeta, todo un ejemplo de documentación exhaustiva combinada con la maestría de contarlo de la mejor forma posible: adictiva, emocionante, sin adornos innecesarios pero con esperanza. Brutal y eso que de todas sus novelas no diría que ha sido mi favorita, pero la tensión vivida durante todo el libro y el repaso a los hechos históricos que abocaron el mundo a lo que lo abocaron y que tanto se parece a situaciones actuales es espectacular.
La trama del presente de los protagonistas arranca a principios de los años 30 con la llegada de Yuri a Berlín. Este chico de madre rusa y padre español ha tenido una vida marcada por la desgracia, puesto que vivió la revolución bolchevique en San Peterburgo y su familia se vio rota por un intento de huída del país para salvar su vida. Más de diez años después, desencantado con su padre y en busca de respuestas, llega a Alemania con un puesto en la embajada española y desde allí intentará averiguar qué pasó con su madre y su hermano.
El ambiente en Berlín es tenso, el partido nazi está en ascenso, las personas que van adoptando como propio el discurso de Hitler cada vez con más y el peligro para el diferente es muy real en las calles, dominadas por grupos de camisas pardas. Justo en este comienzo se ve envuelto Yuri en un episodio que marcará el resto de su vida: la decisión de ayudar o no a un chico que está siendo apaleado le lleva unos segundos, y lo que pasa a continuación tendrá consecuencias que nadie esperaba. Ese chico es Axel, un judío comunista que será clave en la vida del protagonista. Esa noche también conocerá a Claudia, la hermana de uno de los energúmeros que estaban pegando a Axel y la belleza rubia le deslumbrará hasta que profundiza en sus ideas radicales gracias al contacto que trendrá con ella cuando se mude al edificio con su recién estrenado marido, un alto mando de las SS.
El triángulo de protagonistas se completa con la aparición de Krista, cuando regresa de Munich tras ser despedida del hospital donde trabajaba por defender a sus colegas judíos y se instala con su madre, la casera de Yuri. Esta médico se queda prendada del inquilino de su madre, pero luchar contra un amor imposible es más complicado de lo que pensaba.
El desarrollo político de Alemania durante los años 30, las relaciones internacionales, la escalada de medidas restrictivas en el propio país, todo ello y mucho más está desgranado en este libro siguiendo la ficción de los protagonistas. Yuri vive en una constante encrucijada por sus raíces, por sus sentimientos, por su conciencia y, en útima instancia, por su instinto, que le lleva a tomar decisiones cuyas consecuencias se extienden en el tiempo. Destaco las conversaciones de Yuri con diferentes personajes que hacen que vayas viendo cómo se deteriora la convivencia, cómo la inacción provoca que el más fuerte (y a menudo más descerebrado) vaya tomando más y más importancia; cómo la sinrazón y la confianza ciega pueden conducir al abismo y también cómo surgen pequeñas esperanzas de que no todo está perdido para el ser humano.
Decía al principio que la acción arranca en 1933, pero recorre más de una década, situando la acción en Berlín, pero también hay parte en Rusia. La última parte se centra en la liberación de Berlín, pero con suerte nefasta para las mujeres alemanas que tuvieron que sufrir, después de las privaciones propias de la guerra, las vejaciones por parte del ejército ruso. Esto siempre me pone de muy mala leche porque son siempre las mujeres quienes tienen que pagar la derrota con su cuerpo. A pesar de saberlo, esta parte no se hace más fácil y la lees con los dientes apretados por la tremenda injusticia.
Pero vuelvo al desarrollo general: tensión, emoción, lealtades... tienes todo un abanico de emociones encerradas en este libro, todo un crisol de personajes, unos muy buenos, otros muy malos y muchos más llenos de matices. Sin ninguna duda, te lo recomiendo.
Gracias por tu reseña, dan ganas de leerse el libro.
ResponderEliminarNo es el género que suelo leer, pero también me gusta, aunque tengo que encontrar el momento y prepararme mentalmente. Me lo apunto para entonces.
Muchas veces los finalistas de los Planeta suelen ser mejores que el libro que ha obtenido el primer premio. No sé que tal serà La Bestia, pero este que reseñas hoy tiene muy buenas opiniones. Besos
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