Autores: Jennifer L. Armentrout
Género: fantasía
Editorial: Puck
Si estás leyendo esto, espero que hayas leído ya De sangre y cenizas, porque la historia de Poppy y Hawke continúa en este libro (y en los que vendrán) y te aseguro que no quieres ningún spoiler! Si sigues leyendo, será bajo tu resposabilidad, jeje, y espero poder transmitir todo lo que me ha hecho sentir esta autora: momentos épicos, batallas imposibles, diálogos rápidos y muchos, muchísmos secretos que se van revelando y solo puedes pensar en todo lo que está por venir.
El final del primer libro fue alucinante: Hawke, o más bien Casteel, decretando que tenían que ir a suelo atlantiano para casarse, así, después de haberla secuestrado y decirle que es el heredero de los atlantianos y que planea acabar con los Ascendidos. Este libro arranca justo tras ese momento en el que, obviamente, Poppy se niega en redondo. Después de enterarse de que los Ascendidos no son quienes ella creía y sintiéndose traicionada por aquel en quien confió, todo su mundo ha estalaldo en pedazos, y ahora le dicen que tiene que casarse... tiene claro que eso no va a pasar.
El viaje que emprenden es largo y peligroso, pero es verdad que la primera mitad del libro es más pausada porque Poppy tiene mucho que averiguar y asimilar. Kieran, el wolven amigo de Cas, es uno de los que va a ir respondiendo a sus muchas preguntas, y junto con la reconstrucción de la confianza con Cas, irás viendo qué planes hay en marcha y todo lo que puede estar en juego, incluso la propia exigencia de Poppy para dar con su hermano y lo que está dispuesta a transigir.
Poppy no es un personaje pasivo a pesar de todo lo que se la ha escondido; sus dones y poderes, que ya parecían estar cambiando antes de su supuesta Ascensión, sigue evolucionando y nadie parece saber de dónde vienen, cuáles son los orígenes de Poppy para que tenga esa extraña mezcla tan única. Por su parte, Cas, va a sufrir durante gran parte del libro, está en el filo, literal y metafórico, por una parte en lo que concierne a la alimentación, y por otra, debido a los sentimientos que ya tiene con respecto a Poppy y que le sitúan en una posición complicada con respecto a su familia, sus resposabilidades y la oportunidad de recuperar a su hermano.
Las escenas de batalla son ya marca de la casa, con ese punto épico donde parece que se va a inclinar hacia un lado y luego, pasa algo que da la vuelta a todo y flipas muchísimo. Hay mucha tensión y piensas todo el tiempo que todo el mundo está en peligro, pero hay que confiar en la autora y dejarse llevar. Hay un mapa al principio del libro, que te ayuda a situarse porque el viaje comprende mucho terreno, y también mucha información que asimilar, y, sobre todo, prestar atención a cada frase de personajes clave porque pueden tener la clave!!
Poppy es un personaje alucinante, cómo va asimilando todo, conjugando lo que siente y lo que debe, asentando todas sus emociones y mostrando una valentía brutal. Hay momentos muy tiernos también, llenos de complicidad, cada vez mayor, sin olvidar la pasión y el desenfreno que desatan juntos! Tanto como quiero escenas juntos, quiero también saber cómo va desarrollándose Poppy y te aseguro que el final de este libro, de nuevo, te deja chillando. ¿Es Jennifer la reina de los finales de infarto? Yo digo sí.
¡Qué ganas de leerme esta saga! Gracias por tu reseña, aunque no la he leído toda porque aun no he empezado con la saga. Volveré cuando la lea para ver si coincidimos.
ResponderEliminarBesos.