Autores: Julia Quinn
Género: romántica histórica
Editorial: Titania
Finalizada otra serie de Julia Quinn y una muy especial porque fue la primera que escribió (Una espléndida pasión y Un baile a medianoche). Desde luego esta autora se ha convertido en un happy place para mí, lecturas apacibles con escenas entre los protagonistas llenas de vaivenes verbales, toda una gozada para hacer un paréntesis en la vorágine de la vida. Aquí el protagonista es el hombre que apostó con Belle a que no se casaría enamorado en menos de un año y Henry, una muchacha alejada de estrictas normas sociales, pero con mucho que enseñar a Dunford.
La escena de Dunford y Belle en el libro anterior es clave y cuando la lees sabes que el libro de él será muy divertido. Acepta la apuesta de su amiga, ella dice que caerá en las redes del amor en menos de un año y él, convencido de que no, acepta, pensando que será el dinero más fácilmente ganado de su vida. Pero quizá esto no está tan lejos, cuando le llega una herencia de un familiar lejano: unas tierras en Cornualles que van acompañados de un título, ahora es barón y va hasta allí para ver con sus propios ojos qué es lo que posee ahora.
Stannage Park ha sido el hogar de Henry desde que tiene memoria. Los antiguos dueños y familiares de su madre la acogieron y la enseñaron todo lo que sabe ahora. Dirige la finca como el mejor administrador, el servicio la adora, no tiene problema en ensuciarse en las tareas más pesadas y no tiene ningún interés en alternar con la alta sociedad, solo quiere seguir llevando su apacible vida. Cuando muere Lord Stannage y aparece el nuevo todo se complica porque es su tutor hasta que pueda casarse, pero no ayuda que sea atractivo y que tenga miedo de que la aleje de todo lo que conoce.
Puedes imaginarte que las situaciones cómicas no se hacen esperar: Henry pone en jaque la paciencia de Dunford, que se ve incapaz de hacer frente a una muchacha que no sigue ninguna regla que él conozca y no tiene interés por dejar de lado los asuntos de la finca. Sin embargo, en su papel de tutor tiene que apartar las emociones que comienzan a despertarse en él y buscar un marido a su pupila, para lo cual, viajarán hasta Londres, entrando de lleno en un mundo desconocido y apabullante para Henry que los hará pasar algún apuro.
Me ha encantado la frescura e inocencia de Henry, cómo transcurren esas primeras escenas cargadas de dobles intenciones y cómo aguanta Dunford estoico todo intento de echarlo de la que se convierte en su casa. El cambio a Londres es también interesante porque reaparecen las parejas anteriores y sí, se burlan lo suyo porque ven que Dunford ha caído definitivamente en el club de los enamorados. Con un conflicto muy propio de la autora y de todo lo que conlleva termina este libro que cierra su primera trilogía, todo un clásico ya.
Me va a costar hacer un ránking de la bibliografía de Julia, pero lo prometo porque Titania seguirá reeditando todos sus título y, espero, los que siga escribiendo!
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