Sucedió un verano, Tessa Bailey

Título: Sucedió un verano
Autor: Tessa Bailey
Género: romántica contemporánea
Editorial: Titania

Sinopsis:

Piper Bellinger es una influyente del mundo de la moda y su reputación de alocada hace que la persigan los paparazzi. Tras acabar en el calabozo por organizar una fiesta ilegal con demasiado champán en la azotea de un hotel, su padrastro decide que esa es la gota que colma el vaso. De modo que la deja sin dinero y para que aprenda lo que es la responsabilidad, la envía… al estado de Washington, donde acabará regentando el bar de su difunto padre junto con su hermana.

Piper no lleva ni cinco minutos en Westport cuando conoce a Brendan, un corpulento y barbudo capitán de barco, que cree que no durará ni una semana lejos de Beverly Hills. ¿Qué pasa si es una negada con las matemáticas y si la idea de dormir en un piso cochambroso con literas le da escalofríos? Tan malo no puede ser, ¿verdad? Está decidida a demostrarle a su padrastro, y también a ese capitán de barco tan guapo y gruñón, que es más que una cara bonita.

El problema es que está en un pueblo pequeño y se cruza con Brendan cada dos por tres. La extrovertida reina de las fiestas y el pescador gruñón son polos opuestos, pero la química que surge entre ellos es innegable. Piper no quiere distracciones, ni mucho menos sentir algo por un hombre que se pasa semanas faenando en el mar. Sin embargo, a medida que reconecta con su pasado y empieza a sentirse como en casa en Westport, empieza a plantearse si la fría y glamurosa vida que ha llevado hasta el momento es la que desea de verdad. Aunque siente la llamada de Los Ángeles, tal vez Brendan y ese pueblo lleno de recuerdos hayan conquistado su corazón.

¿Una novela romántica contemporánea con mucha dosis de comedia, una niña rica "desterrada" a un pueblo de pescadores y un capitán de barco algo inflexible? Ponme cien!! Esta novela ha sido muuuy divertida, tierna en muchas partes y con escenas subiditas porque Piper y Brendan echan chispas, muy a pesar de ambos porque no pueden ser más difernentes. Me ha gusatdo mucho el ritmo, la ambientación y la hermana de la prota, Hannah, porque preveo que su libro va a ser genial.

 

Piper es una joven de Los Ángeles que tiene dinero y su ocupación es salir de fiesta y mantener sus redes sociales activas. No creas que es una mujer insufrible, al contrario, me ha despertado una ternura increíble porque es muy buena persona!! Su madre y su padrastro les han dado a ella y a su hermana todo lo que hubieran podido necesitar y más, pero Piper no sabe qué hacer con su vida más allá de lo que la sociedad le ha dicho que tiene que ser: una cara bonita que posa bien en las fotos y ya.

 

Cuando se pasa de la raya tras organizar la fiesta más desfasada y alucinante en mucho tiempo acto seguido de que su novio (desde hacía tres semanas) la dejara en medio de un estreno, y pone en peligro un acuerdo de su padrastro, este toma una decisón drástica: pasará tres meses en el pueblo del que fuera su padre, Westport, en el piso sobre el bar que tenía Henry Cross y del que se ha estado encargando todos estos años a través de una persona del lugar. Hannah no va a dejar que su hermana enfrente esto sola y decide acompañarla, y aquí es donde empieza la aventura de sus vidas y donde ambas aprenderán a conocerse a ellas mismas y cambiar la opinión que tienen de sí mismas, sobre todo Piper.

 

Brendan es un hombre de mar, con unas rutinas muy marcadas, con un alto sentido de la resposabilidad y la llegada al pueblo de estas dos chicas, sobre todo de una en concreto, desestabiliza todo su mundo. Desde hace muchos años vive anclado en un pasado que vivió como una inercia natural y ahora no sabe muy bien qué es lo mejor para él mismo porque soltar amarras supone perder una parte de quién es. Las reticencias iniciales y la poca fe en que puedan aguantar más de una noche en el destartalado piso, da paso a toda una serie de encuentros donde Piper se muestra encantadora, como siempre es, y él un poco más hosco de lo normal, por lo que los intercambios verbales, aderezados con una tensión que va de uno a otro, están servidos. 

 

Como decía al principio, el inicio tiene mucho más de comedia porque Piper jamás ha tenido que limpiar una casa, ni cocinar, ni preocuparse de nada más allá de elegir modelito y encuadre para sus fotos en Instagram; la perspectiva de pasar tres meses valiéndose por sí misma le hace darse cuenta de muchas cosas, de valorar aspectos de la vida cotidiana que daba por sentado y, sobre todo, conectar con unas raíces que no sabía que tenía y verse a través de los ojos de gente que no la quiere por lo que representa, si no por quién es realidad. Hay ciertas expresiones que, tengo que decir, me han sacado un poquito de la novela, sobre todo cuando la cosa entre los protas se va calentando; no sé si será algo relacionado con la traducción o no, pero hacen hasta gracia, aunque no sea ese el objetivo de la escena. Son pequeños detalles, nada más, pero por lo demás, ha sido una auténtica delicia leer de nuevo a la autora.

 

La relación entre Piper y Brendan, como te imaginarás, tiene un conflicto claro: Brendan tiene su barco y su vida está lejos de las luces de Los Ángeles... ¿podrían tener un futuro juntos si acaso quisieran? ¿o a ambos les es suficiente con una relación pasajera que hace fundir todos los plomos del pueblo? Tendrás que leerlo para conocer todo el viaje, solo te diré que merece viajar hasta Westport, ese pequeño pueblo pesquero, y ver cómo Piper y Brendan van subiendo el nivel y la temperatura.