Autor: Becky Albertalli y Adam Silvera
Género: juvenil
Editorial: Puck
Ben ha sobrevivido al primer año de la universidad, pero se siente más estancado que nunca. Las clases le demandan un gran esfuerzo, su trabajo a media jornada con su padre es aún peor y su mejor amigo Dylan lleva actuando raro durante semanas. Lo único positivo es su compañero de escritura, Mario, que le ha estado dando muchas clases de español y, sobre todo, muchos besos. Mario tiene grandes sueños puestos en Hollywood, y eso hace que Ben comience a soñar a lo grande… y las decisiones que tome a partir de ahora podrían ser la clave para remodelar su futuro. Entonces, ¿porqué no puede dejar de pensar en cierto chico de su pasado?
Arthur ha regresado a Nueva York por primera vez en dos años, listo para conquistar el mundo del teatro como el mejor… becario del asistente de un director que no está para nada cerca de Broadway. Por supuesto, para él es horrible pasar el verano lejos de su dulce y confiable novio, Mikey, pero sabe que su relación es lo suficientemente fuerte como para soportar la distancia. Por eso, no hay ningún problema cuando su ex novio Ben vuelve a aparecer en escena. Es más, le parece muy bien que Ben esté contentísimo con la compañía de un chico misterioso. Los primeros amores son especiales, pero es demasiado tarde para hacerse preguntas de «¿y si…?».¿Verdad?
Aunque intenten olvidarse del pasado, los chicos no dejan de cruzarse en el presente. ¿Acaso el universo está tratando de decirles que hay una segunda oportunidad en su futuro?
Vuelven Ben y Arthur con el mismo espíritu de coincidencias cósmicas, algo más maduros, pero con mucho camino aún por recorrer. El verano que pasaron juntos fue decisivo para ellos, pero han seguido con sus vidas como no podía ser de otra forma, aunque el universo tiene planes preparados para ellos, recordarán lo que supone pasar tiempo juntos y lo que creían olvidado reaparece con fuerza.
Ben continúa viviendo en Nueva York, con su familia, y si primer año de universidad no ha estado mal, a pesar de que su amigo Dylan ha estado fuera de la ciudad, estudiando y viviendo con su novia, quien también se ha convertido en una de sus mejores amigas. Continúa escribiendo, pero es muy perfeccionista y no tiene aún el empuje suficiente como para decidirse por ese camino de forma profesional. Lo que le ha traído este año de universidad ha sido la amistad y la relación amorosa con Mario; lo que comenzó siendo una relación de compañeros de clase, se ha convertido en algo más. Los padres de Ben adoran a Mario y este tiene muy claro dónde puede estar su futuro, en la costa oeste, por lo que ese entusiasmo, en cierta medida, puede arrastrar a Ben si este no sopesa en profundidad sus siguientes pasos.
Arthur ha conseguido el mejor trabajo de verano que podía soñar, por fin va a estar en medio de una producción teatral desde dentro con uno de los mejores directores posibles, aunque sería más adecuado decir que estará cerca del ayudante de este. La vuelta a la Gran Manzana se plantea como una experiencia emocionante, siendo él ya prácticamente un adulto, pero cuando por una jugada del destino se encuentra con su ex, sus cuidadosamente erigidos pilares se tambalearán de la peor forma.
Estos dos personajes son absolutamente adorables y, de nuevo, me encanta que los autores centren sus conflictos en su propia vida, sus sueños, sus perspectivas de futuro, y no en su orientación sexual; el recuerdo de su relación adolescente vuelve con fuerza y se plantean incluso si aquello lo recuerdan tan bonito por el paso del tiempo o pueden que aún sientan algo el uno por el otro; sin embargo, sus vidas no están exentas de lazos con otras personas, ambos tienen relaciones sentimentales más o menos definidas como estables y serias, pero contra la atracción, poco se puede hacer.
Si en Y si fuéramos nosotros trataban la amistad, los primeros amores, la necesidad de tener una ilusión o propósito vital, aquí vuelve con fuerza ese sentido de la amistad incondicional, pero con un matiz algo más adulto aunque a penas estén rozando la veintena; de igual manera, la necesidad de tener un rumbo profesional claro supone una presión, a veces, excesiva, para quienes aún no tienen todo claro, como le pasa a Ben, hecho que le afecta en todas las facetas de su vida.
De nuevo Nueva York, de nuevo Ben y Arthur y, de nuevo, muchas decisiones que tomar, todo ello con una cuenta atrás del final del verano pendiendo sobre ellos y un nuevo curso que comienza donde puede perderse todo lo que han vivido durante los meses de calor y vacaciones.
Hola :)
ResponderEliminarLa verdad, es que es un libro que promete. Por el momento, me lo llevo apuntado.
Besos