Título: Todo el azul del cielo
Autores: Mélissa Da Costa
Género: narrativa contemporánea
Editorial: Suma
Sinopsis: «Joven de 26 años, sentenciado a causa de un alzhéimer precoz, desea
lanzarse a la carretera para un último viaje. Busco compañero/a de
aventuras».
Son las primeras palabras del anuncio que Émile
publica online un día de finales de junio. Ha decidido huir del
hospital, de la compasión que ve en las caras de su familia y de sus
amigos. No espera realmente que nadie responda, pero se equivoca. Tres
días más tarde, frente a la autocaravana que ha comprado para la
escapada le espera Joanne, una mujer con un gran sombrero negro,
sandalias doradas, una mochila y ninguna gana de dar explicaciones sobre
su presencia allí.
Así comienza una increíble aventura. Un camino
de reencuentro con el mundo y con la gente. Un recorrido de
autodescubrimiento del que brotará alegría, miedo, amistad y un amor que
poco a poco perforará la coraza del dolor de Émile.
La sinopsis de este libro no engaña a nadie, sabes a lo que vas, con lo que te vas a encontrar, se supone que puedes prepararte, pero no, la emoción te arrasa porque conecta a unos niveles increíbles te pongas en el lugar en el que te pongas, ya sea en el del protagonista, en el de su familia o en el de Joanne, la joven que lo acompaña en esta última aventura. Recomiendo mucho este libro si quieres una historia inolvidable, profundamente sentida y con un mensaje vital imprescindible.
Émile escucha, a sus 26 años, uno de los peores diagnósticos a los que se puede enfrentar una persona: tiene alzhéimer precoz, perderá poco a poco sus recuerdos, su identidad y la posibilidad de seguir realizando su vida normal hasta llegar a un colapso generalizado. Tras este tremendo choque solo tiene clara una cosa, que no quiere que su familia y amigos lo vean deteriorarse, no quiere participar en un ensayo clínico que no le curará y ser una carga para ellos. Es por eso que compra una autocaravana y pone un anuncio para encontrar compañero en la que será la última aventura de su vida.
Joanne es la chica que responde a ese anuncio y es, básicamente, el arquetipo de personaje misterioso y distante. Se presenta en el lugar acordado para emprender el viaje con poco equipaje, vestida de negro y con pocas ganas de hablar. Émile cree que será la compañera de viaje perfecta: callada, poco exigente y dispuesta a embarcarse en un periplo de estas características.
Así es como arranca este libro y durante el primer cuarto sigues esa ruta que van marcando y viviendo con ellos el día a día sin mayores sobresaltos, pero a medida que ellos avanzan también lo hace la enfermedad de Émile y mayor va siendo la relación de confianza que establecen entre ellos, permitiendo saber más del pasado de Joanne y del suceso que la ha convertido en lo que es hoy, una mera sombra. Ambos tienen unas pequeñas libretas donde van anotando su día a día, recuerdos, pensamientos, que sirve a Émile, sobre todo, para dejar constancia de ese viaje que sabe que olvidará y para que su familia sepa que fue feliz durante sus últimos meses.
La emoción va creciendo poco a poco, pero una vez terminado el libro (arrasada en lágrimas, tengo que confesar), creo que esas primeras páginas de normalidad son necesarias para conocer al Émile sano, al chico joven y un poco alocado al que dejó su novia, que tiene un mejor amigo desde el colegio y que ha tenido una buena vida junto a su familia. La decisión que toma de alejarse, a ratos la ves como egoísta si te pones en el lugar de la familia, pero otras parece muy valiente por querer vivir sus últimos meses de la forma que quiere, liberándose de todo lo superfluo.
Y por otro lado, la historia de Joanne, es pura luz, su infancia con un padre maravilloso que la llenó de amor y de unas enseñanzas vitales valiosísimas, hasta llegar a su pasado más cercano, que la rompe en pedazos, y conocer por fin lo que ocurrió y ver cómo va evolucionando, simplemente sobrecogedor.
La ambientación y los paisajes son evocadores, plena naturaleza pirenaica, los pequeños pueblos de montaña, las comunidades unidas que se ayudan en todo lo que pueden, es un telón de fondo perfecto para esta historia de emociones, de repaso vital, de pérdidas, pero también de esperanza, de encontrar el propio lugar en el mundo y abrirse a la vida y a disfrutar el instante presente con todas tus fuerzas; y qué decir cuando llegas a la razón del título, te deja sin palabras y con el corazón en un puño.
Si bien me costó un poco engancharme, por lo que comentaba que me parecía muy extenso y algo repetitivo al principio, cuando Émile empieza a mostrar más signos de su deterioro y Joanne se va abriendo poco a poco, ya no puedes dejar el libro. Es una historia que te deja con una sonrisa entre lágrimas, ríes y lloras por todo el cúmulo de emociones que sientes.
Hola :)
ResponderEliminarParece un libro muy emotivo y desgarrador por el tema que trata. Por el momento, no me animo con él pero sí que estaría bien leerlo en otro momento.
Besos